Nueva escena de rol: Al día siguiente

Punto de vista: Diego

Después de haber cenado esa noche con los tiquis y machos, habían vuelto a casa nuestros amigos. Al viejo departamento de Diego, que ahora era una suerte de hogar, limpio y reluciente. No había una cucaracha, una rata, un alacrán. Hicieron el amor, Jazmín se durmió, necesitaba dormir, y Diego se puso en plan calenturiento con otras amantes en Internet, como todas las noches, hasta que a las 4 de la mañana se durmió al lado de su chica. Se despiertan hoy miércoles. Por supuesto ella primero, alrededor de las 8 de la mañana, prepara el desayuno, hace lo que Diego no sabe o no puede o no quiere en la casa, y él duerme a pierna suelta como un bebé.

Ahora son las 11 y moneda de la mañana y Diego se despierta. Jazmín lo espera con un delicioso desayuno consistente en un café (ella le hace café con mucho amor de todas formas) y unas tostadas con manteca. Es decir, animal muerto a nivel Dios, que Jazmín le preparó amorosa, pues como siempre dijo, no tiene problema porque Diego coma animal muerto y tome café. Solo dramatiza para dramatizar. Y ahí está Diego, desayunando re feliz, mientras le cuenta a Jazmín que habló con su abuela, mañana va a pasar el día con ella, el día no, el fin de semana tal vez. Y Jazmín puede ir, pues su abuela la quiere conocer. Diego quiere que Jazmín conozca a su abuelo sobre todo, sabe que se van a llevar muy bien y se van a reír hasta más no poder. Jazmín, feliz de la vida, acepta y como es natural, sabiendo la poca movilidad que posee su abuela a esta altura de su vida dice que quiere ayudarla en los quehaceres domésticos. ¿Aceptará doña Sara?

Por mientras tanto Diego está a punto de echarse una fragancia idéntica a la de Jazmín. No nos confundamos. Jazmín justamente no usa un perfume de Jazmín (balda la redundancia) pero la fragancia que usa es demasiado sexy y tentadora, al menos para el olfato de nuestro amigo, que no lo dudó y empezó a usar la misma, incluso se compró un par de frascos para él. Y de repente suena su móvil. Primero un mensaje, luego una llamada. Es el tiqui.

El tiqui dice por teléfono, «Che salame!»

Diego dice por teléfono, «Ese tiiiiqui!»
El tiqui dice por teléfono, «Cómo andás cabeza de corcho? Che, fijate que te dejé un mensaje de invitación a mi fiesta»

Diego dice por teléfono, «Ah, dale, justo ahí escuché algo»
El tiqui dice por teléfono, «Compartilo soquetín, pueden venir Jazmi, tus abuelos, tu vieja si quiere…»

Diego dice por teléfono, «Dale, bancá y ahora veo a quien prendo»
El tiqui dice por teléfono, «Dale papá, traete más minitas. Che, hoy venís a ensayar?»

Diego dice por teléfono, «Seee, a qué hora me esperás?»
El tiqui dice por teléfono, «Vení cuando quieras»

El tiqui dice por teléfono, «Traela a la Jazmi»

Diego dice por teléfono, «Te gustó la flaca?»
El tiqui dice por teléfono, «Seee, muy linda mina tenés. Se nota que te quiere!»

Diego dice por teléfono, «Dale, yo te aviso cuando estemos llendo»
El tiqui dice por teléfono, «Dale boludo, y compartí la invitación, no seas paparulo.»

Diego tras saludar al tiqui y colgar la llamada, pasa a mirar el mensaje. Jazmín ahí está, al pendiente.
Diego por fin encuentra el mensaje y comienza a leer: «lola amigos este es un mensaje clonado de invitacion a mi cumpleaños numero 40, el que se realizara el dia 28 de julio en la sociedad de fomento del barrio Pompeya sita en la calle San Juan 1140 entre Balcarce y 11 de septiembre . Este evento constara de una cena de paella de pollo, cerdo y demas echa por nosotros mismos, sin pescado, y una opcion vegetariana para la creciente ola de personas no consumidoras de carne, luego habra musica en vivo a cargo de la prestigiosa banda los tiquis con la colaboracion de los machos del barrio, y baile hasta las 4 de la mañana, opcional con retiro antes de tiempo, no se descartan otros musicos stand up o cualquier tipo de actividades ludicas o artisticas a cargo de los invitados debido a la nutrida concurrencia artistica a reunirse esa noche, al cumplañero antes mencionado, (osea yo), no le estaria interesando recibir obsequios, siendo de su mayor agrado su presencia en el evento, un beso ,un abrazo y muchas ganas de divertirse, en caso de no poder contenerce, una foto ,de recuerdo con el invitado, un dibujito hecho a mano un origami, lo unico obligatorio de llevar es buena voluntad la que doy por descontada de vostros, sin mas que decir , espero confirmacion ,con cantidad del grupo en caso de ser su caso una familia numerosa, y desde ya muchas gracias»
Diego también ha leído el mensaje.
Diego le escribe al tiqui.
SMS Diego: «Che, Jazmi puede participar en algo?»

Jazmín lee el mensaje y se ríe.

Jazmín dice, «Siii siiii, viste que no descarta otros músicos y actividades artísticas? Yo le voy a preparar algún regalito porque además me cayó excelente. El tiqui se nota que te quiere, no lo vi drogándose ni fumando…

Sonríes.
Dices con acento porteño, «El tiqui»
Jazmín dice, «Cómo se llama?»

Dices con acento porteño, «Claudio, pero todos les decimos tiqui»
Jazmín se ríe con ganas.

Jazmín dice, «Y qué significa tiqui?»

Dices con acento porteño, «Naa, no sé, para mí es lo contrario de los machos, se lo puse yo al nombre»
Jazmín se parte de risa.

Dices con acento porteño, «Es por el cantante de un grupo de cumbia que me gusta, cambiaron al cantante que me gustaba en serio por uno que tiene voz de mina y ubeno… ahí quedó»
Jazmín dice entre risas, «Ya entiendo…»

Diego compartió la invitación con algunos familiares suyos que el tiqui ya conocía y algunas amigas o ligues, pues el tiqui le ha dicho que sí se puede traer a cuantas mujeres quiera.
Jazmín está arreglándose, en un rato vam a volver a salir a comer afuera. Diego quiere ir a la feria de las colectividades otra vez, pero Jazmín le dice que calma, ya van a volver, le promete que en la semana antes de que cierre lo va a volver a llevar. Diego acepta y al final se van a la cuadra, un restaurante bastante cercano. Llegan.

Diego y Jazmín son inmediatamente atendidos por una joven camarera.
Jazmín dice, «Hola!»

Una camarera dice, «Sí?»

Jazmín dice, «Cuál es el menú del día?»

Una camarera dice, «Hay ravioles, pascualina, pollo con crema de verdeo y papas fritas.»

Dices con acento porteño, «Ravioles y qué más?»
Debido al ruido, Diego no ha oído bien.

Una camarera dice, «Hay ravioles, pascualina, pollo con crema de verdeo y papas fritas.»

azmín se encoge de hombros.

Jazmín dice, «Ravioles de verdura tenés?»

Una camarera dice, «Sí, eso para vos?»

Jazmín dice, «Siii siii»

Dices con acento porteño, «Yo… puede ser el pollo…»
Una camarera dice, «Pollo con crema y papas fritas?»

Dices con acento porteño, «Che, matambre puede ser?»»
Una camarera dice, «Pero no está en el menú del día. Si querés te traigo pero te va a costar más.»

Dices con acento porteño, «Na, no pasa nada, traeme matambre.»
Jazmín dice, «Pero no tengo mucha plata, mi Diegui»

Dices con acento porteño, «Na, tranqui, yo tengo de sobra»»
Jazmín comprende que así es Diego, si quiere algo caro lo quiere. Y al final se pide un matambre con crema y papas fritas, una cerveza para beber.

Diego y Jazmín están charlando, en tanto la camarera ha traído cubiertos y basos, pan casero y saborizado, unas galletitas integrales y una suerte de salsa de garbanzos, que Diego aprovecha a probar, untada en un cacho de pan.
Mientras tanto se ponen a charlar y bromear entre ellos. Hablan de los machos y los tiquis, Diego le cuenta hasta de la maruja. Hay cosas que Jazmín ya las sabía, pero claro, al conocerlos de cerca (salvo a la maruja que esa vez no estaba y al gago) era otra cosa. Y llega la comida. Matambre para él, ravioles para ella. Siguen charlando, haciéndose bromas, dramatizando. Terminan de comer, piden flan para Diego (ella no quiere nada) Diego se lo come, pagan la cuenta, Diego le avisa al tiqui que están llendo para la casa.