Nueva Escena de rol: El sexo es como un sandwich

Punto de vista: Arnulfo

Arnulfo se dirige a la torre con arnidrú

Arnidrú olfatea el suelo

Dices: «puaj! no quiero ni imaginar a qué huele eso»

Un teléfono suena en este lugar.

Arnulfo siente vibrar su teléfono y se detiene a contestarlo

Arnulfo dice por teléfono: hola?

Dámaso dice por teléfono: hola, Arni; oye es que con la vida desmadrosa que tengo no te dije nada por lo del mensaje que te mandé el otro día

Arnulfo recuerda el mensaje al que Dámaso hace referencia y piensa: claro, claro; cómo voy a olvidarlo si desde entonces me volví un guarro

Arnulfo dice por teléfono; a, ese; bueno evidentemente no era para mí

se escucha a Dámaso reír del otro lado de la línea

Dámaso dice por teléfono, justo eso. era para un amigo que se llama Arnold, pero como los dos empiezan con las mismas letras, pues ya no supe qué apreté hasta que lo había mandado

Arnulfo dice por teléfono, suele pasar, sí

escuchas música cerca de aquí.

Dámaso dice por teléfono, vale; hablando de otras cosas, no sé si podamos vernos para una platicada, que hace ya un chingo de tiempo que no te veo

Arnulfo sonríe viendo a Arnidrú perseguir un pajarillo que pasa volando

Arnulfo dice por teléfono, sí, claro; justo estaba paseando a Arnidrú, pero ya estoy por entrar a la torre

oyes risas a lo lejos

Dámaso dice por teléfono, no te veo paseando perros, la verdad; yo estoy en mi casa, te veo afuera

Arnulfo dice por teléfono, pues ya ves tú; vale, nos vemos entonces.

Dámaso dice por teléfono, vale pues

Dámaso finaliza la llamada.

Arnulfo y Arnidrú entran en la torre

Comunidad de Madrid; Torre de Madrid.

Te encuentras en un rascacielos que mide 142 metros de altura. Es el sexto edificio más alto de la ciudad y por muchos años fue considerado el rascacielos más alto de europa. Este edificio está protegido por el ayuntamiento de la capital. En la actualidad contiene tanto viviendas como oficinas. La parte superior está destinada a viviendas particulares, en régimen de comunidad de propietarios. La planta baja está dedicada a locales y amplias galerías comerciales. Al ingresar a la torre, te da la bienvenida un hall amplio y luminoso. Si caminas hacia la izquierda, te encuentras con el ascensor y las escaleras, mientras que del lado opuesto ves una serie de pasillos que te permiten acceder a los locales comerciales y diversos establecimientos. Cerca de la puerta te encuentras un tablón de anuncios variados y al portero, quien puede darte información detallada de cómo adquirir una vivienda en este lugar, y algunas cosillas más.

Ves un tablón de anuncios, Un portero, y el ascensor de la torre de madrid aquí.

El portero se ríe a carcajadas

Arnulfo saluda al portero y se encamina al ascensor

entras en el ascensor de la torre de madrid.

el ascensor de la torre de madrid

Al ingresar al ascensor, puedes ver tu reflejo en el espejo de medio cuerpo que se encuentra colocado en la pared posterior de la cabina. Si giras 180 grados, del lado derecho observas el tablero con los botones, los cuales van enumerados agrupando los números pares en la primera columna y los impares en la segunda. Sobre el tablero, una pequeña pantalla digital indica el número de planta, el ascenso y el descenso, mediante una flecha apuntando hacia arriba o abajo según sea el caso. Este ascensor te permitirá acceder a las diferentes plantas del edificio, Teclea ‘ir’ para acceder al menú de plantas.

Salidas visibles: nada

Arnulfo pulsa el botón de la planta cuatro

El ascensor de la torre de Madrid para en La planta número 4 y las puertas se abren.

Arnulfo recuerda el mensaje erróneo de Dámaso

**Inicio del recuerdo **

Arnulfo está cambiando el agua de la fuente, cuando escucha el tono de mensaje en su teléfono

Arnulfo termina lo que estaba haciendo y se fija que es un mensaje de Dámaso

en el mensaje hay una foto adjunta y un texto que dice: seguro así te trae tu vieja 😀

Arnulfo se desconcierta por el contenido pero aún así abre la foto

en la foto puede verse una mujer con un látigo que agita contra la piel de un hombre

**fin del recuerdo**

Murmuras: «gracias a esto soy un enfermo pervertido!»

Arnidrú tira de Arnulfo para salir del ascensor

el forcegeo del perro saca a Arnulfo de sus pensamientos y sale del ascensor al darse cuenta de que ha llegado a su planta

¡Con la epifanía a medias! Mundo virtual guardado.

sales del elevador.

La planta número 4

Te encuentras en una de las plantas de un edificio de viviendas. Aquí se encuentran las casas de los jugadores del Mud.

Ves casa de oscar de color azul, casa de Arnulfo de color gris perla, hogar de Dámaso de color verde agua, casa de zulema, y el ascensor de la torre de madrid aquí.

Dámaso está junto a su puerta cuando ve llegar a Arnulfo y Arnidrú

Dámaso se acerca dando saltos

Arnidrú olfatea a Dámaso

Dices: «ains, Arnidrú, no seas indiscreto»

Dámaso dice con acento mexicano, na tú tranqui, que mientras no huela a comida todo está bien

Dámaso ríe a carcajadas

Arnulfo se ríe bajito

Dices: «y bueno, cómo has estado?»

Dámaso dice con acento mexicano, na to bien

Arnulfo observa la casa de Dámaso por la mirilla

Dices: «hijo de dios, pero qué es eso?»

Dámaso se da cuenta de lo que Arnulfo mira y dice riendo: pus mi casa, qué más va a ser?

Arnulfo niega con los ojos muy aviertos

Dices: «oye pero a ver. una cosa es una casa y otra es eso que estoy viendo»

Dices: «que vamos, no sé cómo es que alguien puede vivir»

Dámaso se ríe a grito avierto

Dámaso dice con acento mexicano, no eres el primero que me lo dice, pero sí, alguien vive y ese soy yo

Arnulfo no sale de su asombro

Dices: «te diría que llames a doña Pepi para que limpie eso, pero viéndolo bien mejor no, que a la pobre le da el infarto al ver semejante cochinero»

Dámaso dice riendo, na no es pa tanto

Dámaso dice con acento mexicano, lo de la platicada lo hacemos en tu casa, que en la mía el que se infarta es otro

Arnulfo asiente mientras le quita la correa a Arnidrú

Arnulfo saca las llaves y abre la puerta

Arnulfo mete la llave en la cerradura, la gira y abre la puerta.

Arnidrú entra disparado, Dámaso le sigue y por último entra Arnulfo

Entras en la casa.

casa de Arnulfo de color gris perla

Te encuentras en un departamento donde la limpieza y el orden imperan. El suelo es de lustroso granito negro ligeramente moteado de dorado y se encuentra perfectamente pulido. Las paredes proporcionan claridad en un luminoso gris perla. En el centro una alfombra gamusada resalta con su color negro con unas llamaradas rojas, naranjas y doradas estampadas en ella, y sobre ésta reposa el juego de muebles. Una lámpara moderna con base cromada irradia una fría luz blanca por toda la estancia. al fondo una puerta acristalada conduce a la terraza, mientras que un pasillo conduce a las habitaciones, diagonal a la puerta que conduce a la terraza se encuentra la cocina y el salón que ocupa la función de comedor.

Ves una tele de la marca cyberlife, Un juego de recibo moderno, Altavoz Inteligente ANP Siux Ideology, y Cafetera Diamond Express aquí.

Salidas visibles: habitacion-matrimonial, dormitorio-doble, baño, cuarto-juegos, biblioteca, salon, terraza, y cocina

Este lugar tiene conexión Wifi. Podrás usar un portátil si lo llevas encima.

Arnulfo empuja la puerta y la cierra, luego gira el pestillo.

Arnulfo se sienta en uno de los sillones, mientras Arnidrú corre a la cocina por su cuenco del agua

Dámaso se queda parado en un rincón como niño castigado

Arnulfo se ríe mirando a Dámaso

Dices: «estás castigado o qué»

Dámaso dice con acento mexicano, na pero es que hasta da pena sentarse en esto que ta to limpio

Arnulfo hace un gesto restando importancia

Dices: «tú siéntate, hombre, que no cobro»

Dámaso al fin se sienta

Arnulfo mira la cafetera y sonríe para sí

Dices: «ay pero qué despistado que no te he ofrecido algo de tomar»

Dámaso se ríe

Dámaso dice con acento mexicano, sé que ya hace calorcito, pero un café siempre se antoja

Arnulfo se levanta y se dispone a preparar dos tazas de café

Dámaso pone atención en la cafetera

Dámaso dice con acento mexicano, anda y esa dónde la venden o qué modernura

Dices: «la compré en alicante; también venden un café y unos postres que están para chuparse los dedos»

Dámaso dice con acento mexicano, a puta madre, ya me habían dicho que vendían cafeteras en alicante, pero no lo de los postres

Dámaso dice con acento mexicano, pero ya con eso me dieron más ganas de viajar

Arnulfo se sienta mientras el café está listo

Dámaso dice con acento mexicano, ya te había dicho que lo del mensaje no era para ti?

Dices: «sí, me lo dijiste por teléfono»

Dámaso cruza las piernas

Dámaso dice con acento mexicano, sí bueno es que no veas tú la vergüenza que me dio cuando me di cuenta de que te lo había mandado

Dámaso dice con acento mexicano, pero eso, ya lo había mandado

Arnulfo sonríe recreándose con el aroma a café que invade el lugar

Dámaso se relame al percivir el aroma a café

Dices: «vaya forma que tienes para llevarte con tu amigo»

Dámaso dice con acento mexicano, con el Arnold?

Dámaso dice con acento mexicano, na; lo que pasa es que su vieja lo trae cortito

Dámaso dice con acento mexicano, ya hasta sabe a qué hora llega al almacén, a qué hora se sube al camión y a qué hora termina el reparto

Arnulfo resopla

Murmuras: «no bueno»

Dámaso dice con acento mexicano, incluso sabe a qué hora tendría que llegar a su casa y como no llegue o no le conteste el teléfono, pues nos cuenta que se le arma la gorda

Murmuras: «ay no»

Dámaso dice con acento mexicano, eso digo

Dámaso dice con acento mexicano, entonces hurgando en internet vi esa imagen y dije, de seguro así lo traen y pues que se la mando, o bueno eso quería hacer, pero ya ves, te llegó a ti

un pitido indica que el café está listo y Arnulfo se levanta a servir el café

Arnulfo pone las tazas en la mesita de centro

Arnulfo recuerda la foto y se ríe

Dices: «sí, imagino que no debe pasarla bien el pobre»

Dices: «voy por galletas, que no sé a ti, pero a mí no se me da tomarme el café solo»

Dámaso asiente, recreándose con el aroma del café

Arnulfo entra en la cocina y al cabo de un rato, regresa con un paquete de galletas

se oye a Arnidrú corretear por toda la casa

Dices: «dios que este no se cansa»

Dámaso dice con acento mexicano, ya veo que no

Arnulfo pone las galletas entre ambos

Dámaso dice con acento mexicano, oye pero no te enojaste con la foto, verdad?

Arnulfo dice que no con la cabeza, ya que tiene la boca llena de café

Dámaso suspira aliviado

Dices: «lo que sí es que…»

Arnulfo se sonroja al recordar lo que le pasa

Dámaso pone cara preocupada

Dices: «tienes razón al estar así…»

Dámaso dice con acento mexicano, ay pus qué me vas a contar o qué

la cara de Arnulfo parece de fuego de lo roja que está

Dámaso nota la cara sonrojada de Arnulfo y su rostro cambia por uno más desenfadado

Dámaso dice con acento mexicano, se me hace que llamo a los bomberos, que tu cara se va a incendiar en cualquier momento

Arnulfo da un sorvo a su café, más por instinto que por otra cosa

Dices: «mira, Dámaso, si después de lo que te voy a contar sales corriendo y dejas de hablarme lo voy a entender»

Dámaso deja su café en la mesita y mira a su amigo

Dámaso dice con acento mexicano, tú suelta eso y ya veo si te dejo de hablar

Arnulfo se agarra la cabeza

Dices: «bueno es que cuando vi la foto, me dio un poco de vergüenza, pero cuando volví a verla no sé ni por qué, yo imaginé algo»

Dámaso dice con acento mexicano, qué te imaginaste o qué

Dices: «que.. que era yo al.. al que le pegaban con el látigo»

Arnulfo se aprieta la cabeza

Dices: «y…»

Dámaso permanece impasible

Dámaso dice con acento mexicano, y te gustó y todo

Arnulfo asiente afirmativamente

Dices: «ay, Dámaso»

Dices: «es que no sólo fue esa vez»

Dices: «yo… bueno hasta sueño que me pegan mientras lo hago y me recreo en el sueño…»

[SMS] Daniel: «llámame.» Mundo virtual guardado.

[Humor cyberlifeano]: ¿Será que al presidente de Imperium también le gustan las fustas?

Arnulfo mira a su amigo, como esperando que se levante, abra la puerta y salga corriendo, pero éste permanece en el mismo sitio

Dámaso mira a Arnulfo, comprensivo

Dámaso dice con acento mexicano, bueno pero eso no es malo

Arnulfo se toma lo que queda del café de un sólo trago

Dices: «cómo no va a ser malo?»

Dices: «no me digas que es normal que a alguien le guste que lo golpeen»

Dámaso dice con acento mexicano, «Es poco convencional, sí, pero no es malo»

Dámaso dice con acento mexicano, bueno siempre y cuando a la otra persona le guste, pues nada

Dices: «mira en serio que si después de esto ya no me quieres hablar, yo lo entiendo»

Dámaso le palmea el hombro en señal de apoyo

Dámaso dice con acento mexicano, mira, Arni, sé que esperas que ahora mismo salga corriendo, pero no

Dámaso dice con acento mexicano, cuando estaba en el insti como dicen en españa, había una chica llamada Laura

Dámaso dice con acento mexicano, Laura tenía un culo y unas tetas que hacían que se me parara el espíritu nada más con verla

Murmuras: «ay por dios»

Dámaso dice con acento mexicano, hasta ahí todo normal

Dámaso dice con acento mexicano, pero dos semanas después de empezar el semestre, entró un chico llamado Avelino

Dámaso dice con acento mexicano, Avelino tenía un cuerpo que hacía que las mujeres se corrieran nada más verlo, pero no sólo las mujeres se corrían con verlo.

Dámaso dice con acento mexicano, a mí también me pasaba y no entendía por qué

Dámaso dice con acento mexicano, una vez durante una excursión a un parque acuático, vi a Abelino en los vestidores; créeme si te digo que tuve qué morderme los lavios para no gritarle: cógeme, Abelino, cógeme! méteme esa verga hasta el fondo!

Arnulfo se pone rojo

Dices: «ay dios mío ya no sigas»

Dámaso se tapa la cara

Dámaso dice con acento mexicano, tenía fantasías con Laura y Abelino

Dámaso dice con acento mexicano, soñaba con ellos y hasta me los imaginaba haciendo un trío, me imaginaba cogiendo a Laura entre Abelino y yo, Laura masturbándose mientras Abelino y yo cogíamos, Abelino cogiendo a Laura mientras me chupaba el miembro, en fin

Arnulfo se pone cada vez más rojo

Dices: «ya no sigas, por Dios»

Dámaso dice con acento mexicano, no entendía qué me pasaba y al igual que tú, pensaba que era un enfermo

Dámaso dice con acento mexicano, no me parecía posible que me gustaran los dos

Dámaso dice con acento mexicano, que me gustara Laura estaba bien, pero Abelino? eso sí que no era normal

Dámaso se toma el café y toma un par de galletas

Dices: «qué hiciste o qué»

Dámaso dice con acento mexicano, pensaba en hablar con la psicóloga del insti, pero seguro me internarían en el manicomio por enfermo, pero no me aguanté más y se lo conté

Dámaso dice con acento mexicano, igual que tú, yo también pensaba que la psicóloga saldría corriendo y haría una llamada para que vinieran del manicomio a internarme, no sin antes decirle a todos que no se junttaran conmigo porque era un puerco enfermo, pero en lugar de eso, me miró comprensiva y me explicó que lo que me pasaba es que era bisexual y eso no era malo

Arnulfo suspira al escuchar todo aquello

Dices: «pero esto es diferente. una cosa es tu orientación sexual y otra es que te guste que te peguen»

Dámaso niega con la cabeza

Dámaso dice con acento mexicano, parece diferente, pero no

Dámaso dice con acento mexicano, creía que lo que me pasaba era malo porque siempre se me dijo que me tenían qué gustar las mujeres, porque soy hombre y a los hombres nos tienen qué gustar las mujeres

Dámaso dice con acento mexicano, así como también se nos dice que el sexo es como debe ser y ya; no te pueden gustar otros juegos porque entonces eres un puerco

Dámaso dice con acento mexicano, pero nada que es malo siempre y cuando tu pareja esté de acuerdo

Dices: «aunque te guste… bueno ya sabes»

Dámaso dice que sí con la cabeza

Dámaso dice con acento mexicano, «a ver, Arni, a ti te gustan los sandwiches?»

Dices: «sí, pero eso no tiene nada qué ver»

Dámaso dice con acento mexicano, con jamón, queso y verduras

Dámaso dice con acento mexicano, pero hay a quienes les gusta con mermelada, a otros con crema de cacahuate, otros con dulce de leche, no faltan los que los hacen con varias capas

Dámaso dice con acento mexicano, y eso no tiene nada de malo

Arnulfo mira a Dámaso sin entender a dónde quiere llegar

Dámaso se percata de la mirada de su amigo

Dámaso dice con acento mexicano, pues que que lleve lo que lleve, no tiene nada de malo

Dices: «a ver, pero qué tiene qué ver el sexo con un sándwich»

Dámaso sonríe mientras dice

Dámaso dice con acento mexicano, a ver, Arni, el sexo es como un sandwich. tú decides lo que va adentro

Dámaso dice con acento mexicano, no impórta cómo te guste, se vale mientras no afectes a otros; y si hay a quien le gusta que le peguen, habrá también al que le guste pegar. Claro que supongo que debe haber reglas o algo, porque con la emoción de la pegadera, capaz que al que pega se le pase la mano y no querrás

Arnulfo parece más relajado

Dices: «tú crees?»

Dámaso dice con acento mexicano, pus yo creo; y yo creo también que deberías ir con el psicólogo a ver qué te dice, pero seguro te dirá lo mismo que yo

Dices: «a ver si no sale corriendo»

Dámaso se ríe

Dámaso se encoge de hombros

Dámaso dice con acento mexicano, seguro alguien ya le habrá contado cosas peores que lo que tú vas a contarle. Es más, no sé cómo no se vuelven locos con tanta cosa que escuchan

Arnulfo se encoje de hombros

Dices: «a saber»

Dices: «lo que sí es que voy a ir; ya si eso te digo si sale corriendo o no»

Dámaso dice con acento mexicano, hagamos una cosa

Arnulfo lo mira espectante

Dámaso dice con acento mexicano, si quieres yo te acompaño; eso sí, me quedo afuera para no escuchar lo que digas; sirve que así veo por mí mismo si sale corriendo o si se vuelve loco

ambos se parten de risa

Dámaso mira su reloj

Dámaso dice con acento mexicano, bueno yo te dejo que tengo que ir al camioncito y me espera media hora de camino

Dices: «anda pues, que se te hace tarde y capaz se te van los clientes»

Dámaso sonríe mientras se levanta y se encamina hacia la puerta

Arnulfo también se levanta para abrir la puerta y se despide de Dámaso