Nueva escena de rol: Ensayando

Punto de vista: Diego

Diego y Jazmín están llendo hacia la casa de los tiquis, que por suerte está bastante cerca, en la camioneta. Llegan en más o menos 8 minutos y Jazmín toca el timbre. Desde dentro se escuchan los fuertes ladridos de Lila, la perra. Diego le tiene pánico. Es una labrador muy buena, pero también muy pesada, hincha pelotas, que te lame hasta donde tengas el punto G y se te sube encima constantemente, y Diego simplemente no la soporta. En cambio Jazmín ayer de lo poco que la logró tener cerca se enamoró, la acarició, se dejó lamer, porque a ella sí que le gustan los animales en serio.
Al entrar, los recibe el Manu, hijo mayor del tiqui, quien a su vez toca la guitarra y ocasionalmente el bajo, que saluda a nuestros amigos y llama la atención a la perra, que está hecha una pesada considerable. Pasan nuestros amigos, saludan a Tomi y a Simón, los otros hijos del tiqui y por tanto los otros tiquis, que están uno en la computadora, el otro en la play. Y ahí nomás, llega el tiqui desde el quincho.

El tiqui dice, «Qué hacés cabeza de corcho!»

Dices con acento porteño, «Ese tiiiiquiii!»
Diego y el tiqui se abrazan cariñosamente, y éste saluda a la bella Jazmín.
El tiqui dice, «Cómo anda la flamante jazmincita?»

Jazmín se sonroja y dice, «Muy bien, me puso re contenta que haya paella vegetariana!»

Sonríes.
El tiqui dice, «Pensé principalmente en vos, flaca, pero hay cada vez más gente que no consume carne»

Dices con acento porteño, «See»
Jazmín dice, «Es todo un detalle… Todo bien mientras no contenga animal muerto.»

Dices con acento porteño, «Che, Tiqui, y dice ella que quiere contribuír en algo»
El tiqui dice, «Y dale, por qué no?»

Tras saludarse y pasar todos al comedor (los machos no están)

El tiqui dice, «Che cabeza de corcho, querés un café?»

Dices con acento porteño, «Dale»
Jazmín dice, «Ay, pero ya comió demasiado…»

El tiqui se ríe.

El tiqui dice, «Qué comió éste ahora?»

Dices con acento porteño, «Me mandé un alto matambrete con cremita y papas fritas!»
El tiqui dice, «Aaaah la mieeerrrrrda! Así no me quiero ni imaginar cómo vas a dejar sin comer a todos, pedazo de puto!»

Dices con acento porteño, «See»
El tiqui dice, vos flaquita querés tomar algo?»

Jazmín dice, «Noo noo, millones de gracias pero no»

Dices con acento porteño, «Bueno, vamos a ensayar?»»
El tiqui dice, «Paráaaa paráaa tiqui pará un poquiiiito!

Jazmín se ríe.

El tiqui dice, «Primero lleguen, tomamos algo…»

Jazmín dice, «Claaaaro mi Diegui, tranquilo.»

El tiqui va a la cocina a hacer el café, pero naturalmente ya está Jazmín haciéndole casi el trabajo,

El tiqui mayor y Manu toman un café junto a Diego, jazmín no toma nada, y charlan un rato de sus cosas. Charlan de la fiesta. Jazmín quiere contribuir, el tiqui acepta encantado, ella le cuenta que es cocinera, músico, apasionada del arte.

El tiqui dice, «Aaaaah, con razón te me querías comer la cocina, eh!»

Jazmín se ríe. Y hablan de una manera más fluída que ayer, con los machos, donde Jazmín participaba y todo pero con menos agrado y desde luego con más proposiciones indicentes que rechazar. Pasado un rato llegan Maxi y Leto juntos.

Leto grita, «Como aaaaanda ese machoooooo!»

Dices con acento porteño, «Ese letíiiin carajo!»
Maxi dice, «Hoooola putíiiiiin!»

Leto dice, «Te trajiste a la Jazmi, eh!»

Leto y maxi saludan a Jazmín mirándola con ardiente deseo.

Jazmín los saluda siempre firme y neutra, es decir, por ser educada. Y ahí están, ahora sí charlan un rato más, ellos toman cerveza, joden a Diego delante de Jazmín quien se escandaliza, se ríe cuando lo llaman «el tiqui putín».

Por fin entran todos a la sala de música.

El tiqui dice, «Estuviste practicando, cabeza de corcho?»

Es una sala repleta de cables, instrumentos musicales, hasta micrófono hay. Eso sí, reina el desorden. Cables tirados por el piso, la batería a medio armar,la mugre palpable al tacto, y hay que caminar con cuidado, que si no, de un porrazo te caerías tirando más de un instrumento.

Dices con acento porteño, «Seee»
El tiqui dice, «Seguro?»

Jazín pone carita de mmmm, pero no dice nada, y el tiqui la mira.

Maxi dice, «Mmmmm… me parece que…»

Leto grita, «No practicó un caraaaajo!»

El tiqui dice escandalizado, «No practicooo?»

Dices con acento porteño, «See!»
Jazmín dice, «Yo no lo vi practicar mucho que digamos…»

Leto grita, «Pero sos pelotudo vos? Tenemos 3 días!»

El tiqui y maxi se ríen cariñosamente.

Tras hacerles algunas jodas más, el tiqui y Diego ya han armado todo para ensayar y ahí están haciendo algunas pruebas de sonido. El teclado que tienen está más orientado al piano clásico, lo que significa que no tiene ni acompañamientos, ni sintetizador, ni nada de aquello, pero Diego no se llevó su otro teclado nuevo y en realidad mucho no importa porque de última tienen guitarra, abjo y batería así que solo Diego puede tocar el piano tranquilamente con ellos.

El tiqui anuncia, «Y ahora, señoras y señores, vamos a escuchar la canción perfecta del Dieguín,»

maxi, el tiqui y leto gritan, «El tiiqui putín!»

Comienzan a tocar, luego de que el tiqui mayor «toma la batuta» marcando un compaz de 4 tiempos comienzan Diego haciendo una melodía en el piano (con algo de dificultad ya que éste es sensitivo) Manu y tomi haciendo un acompañamiento reggae con la guitarra y batería respectivamente, y Maxi y Leto silbando. Jazmín reconoce la canción, que no le gusta y no dice nada.

Diego canta, «Soy un invécil, soy medio tarado, soy nulo soy un retardado»
Diego canta, «Nunca pasé la edad de la bobera, en el mate yo tengo madera»
Jazmín ríe escandalizada.

Diego canta, «Yo no sé si se me nota la cara de idiota o el aire de navo»
Diego canta, «Aunque también soy un ganso y si un día me canso me convierto en pabo»
Tomi hace un relleno con la batería

Jazmín se parte de risa. Diego ahí vuelve a tocar esa melodía con el pianito que hiciera el estribillo y el tiqui canta con voz aguda, «Zanguaaangoooo!»

Diego vuelve a tocar y el tiqui y Jazmín a la vez (de honda) zanguaaangooo!»
Diego canta, «Soy un zapato un estúpido un bobo, no sé ni donde estoy parado»
Diego canta, «No me doy cuenta de nada, soy tonto y re tonto, soy un abombado»
Diego canta, «Tengo un helado aplastado en la frente, en la mente tengo detergente»
Diego canta, «Soy medio sonso, 3 cuartos boludo, soy necio, soy un pelotudo! Uuuh!»
Manu hace un solo con la guitarra de 4 compaces y mientras tanto. Maxi grita, «Esta es la canción perfecta para el tiqui putín!»

Leto grita, «De uuuna paapáaa!»

Jazmín se ríe sin poder evitarlo.

Diego se ríe intentando no desconcentrarse, y ahí llegan al estribillo, otra vez Diego tocando en el piano, Jazmín coreando de buena honda y el tiqui poniendo una vocecita aguda de tenor improvisado, lo que hace reír a todos.
Diego ahora comienza a cantar rápido.
Diego canta, «Soy un vejiga, soy un banana, soy un zapallo y un tarambana»
Diego canta, «soy un zanguango, soy un invécil de rango»
Diego canta, «Soy medio choto, soy un bobito, soy lo más tito, soy un bejerio, un buenas noches que nunca me despierto»
Diego canta, «Soy un peligro soy un inútil soy medio lelo, soy como un casttigo del cielo a un verdadero flajelo»
Diego canta, «soy un desastre soy un estorvo soy mucho peor que un 0 a la izquierda, soy una plaga soy un invécil de mierda… we!»
Las risas son tremendas, y hasta Diego ha cantado intentando no reírse, con una cara de zanguango que hace honor a la canción. Y ahora Manuel hace otro solo en la guitarra. Y nuevamente e estribillo, ahora todos juntos corean, «Zanguaaangoooo!» Dos veces. Terminan la canción y todos se ríen.

El tiqui dice, «Eh, Jazmi, ya que estamos te copás y le hacés los coros ahí?»

Jazmín dice, «Siii siii!»

Maxi se levanta y abraza a Diego. «Muy bieeeen ese tiqui putíiiin!»

El tiqui dice, «Muy bien cabeza de corcho, ya lo tenemos cocinado!»

Dices con acento porteño, «Vamos con la otra?»
Manu dice, «Dale, empezá vos con el piano»

El tiqui dice, «Esta es como una murga tipo marcha camión»

Diego ahí empieza con una melodía un tanto difícil que haría con las dos manos, mientras Manu en la guitarra hace los acordes, y Tomi le da a la batería redoblando con ganas.
Diego canta, «No estoy seguro, pero una sospecha a mí me asecha cada vez peor»
Diego canta, «Hace ya tiempo algo diferente, se ve y se siente en el monitor»
Diego canta, «No tengo pruebas orales ni escritas, pero palpita en mi corazón»
Diego canta, «Más que una duda, casi la certeza de que en mi cabeza hay una inchazón.»
Los tiquis hacen una suerte de candombe algo roquero durante 4 compaces mientras Diego murmura cualquier otra cosa.

Diego canta, «Mi ciber novia me mete los cuernos, no se me ocurre otra explicación»
Diego canta, «Yo me di cuenta porque cuando hablamos ya no me presta la misma atención»
Diego canta, «Ya no me escribe frases tan vistosas y se equivoca en la puntuación»
Diego canta, «Y si la apuro dice que hay problemas, y que se va cortar la conexión»
gritas: «Y diceeeee!»
Diego canta, «Mi ciber novia, mi ciber novia, es más que obvia su sórdida traición»
Diego canta, «Mi ciber novia, mi ciber novia, está destruyendo mi ciber corazón.»
Diego vuelve a tocar el solo de piano bastante difícil mientras ahí están los machos, los tiquis y la misma Jazmín entre hacer palmas, silbar, alagarlo, todo junto, y él intentando no equivocarse de notas.
Diego canta, «Mi ciber novia me mete los cuernos, no tengo idea de con…»
El tiqui grita, «Y tengo idea, boludo!»

Dices con acento porteño, «Bueno, eso»
Diego canta, «Es ese tipo que siempre se pone distinto nombre cuando entra en el chat»
Maxi grita, «Como un putilín que yo conozco!»

Diego canta, «Cómo demora para contestarme, siendo que antes era tan veloz, seguramente tiene otra ventana y está de parla con ese chavón»
Murmuras con acento porteño, «See… es él… estoy seguro…»
Jazmín le hace un gesto con la mano para alentarlo.

Diego canta, «Yo que tenía tantas esperanzas, tanta confianza en este amor virtual»
Diego canta, «libre de todas las complicaciones que se presentan en la realidad»
Diego canta, «Ahora me encuentro con que en este ambiente, también se cuece la inidelidad»
Diego canta, «Y ni siquiera puedo con un caño ir a sorprenderlos en su intimidad»
El tiqui grita, «Y todos diceeeen!»

Diego canta, «Mi ciber novia, yo que tenía, mi disco duro de ardiente frenecí»
El tiqui grita, «Ardiente de frenecí!»

Todos se ríen salvo los músicos, concentrados.

Diego canta, «Mi ciber novia, mi ciber novia, qué pesazón, qué atropello a la virtud»
Diego canta, «Mi ciber novia, mi ciber novia, en cualquier momento la saco del menú…»
si no es con una baguette francesa, que sea con una chirla vasca. Mundo virtual guardado.
Diego canta, «Chan… chan!»
Terminan la canción y todos aplauden y ríen encantados.

El tiqui dice, «Muy bien cabeza de corcho, muy bieen!»

Los tiquis continúan ensayando, en tanto Diego ya no, salvo para cantar la balada del diablo y la muerte, canción de la renga ya muy conocida, que Diego cantando con voz ronca y bastante natural como un metalero de los buenos, técnica que Jazmín le ha ayudado a practicar pese a que él ya lo hacía de una forrma un tanto dañina para su garganta. Y siguen tocando, Jazmín y Diego disfrutando, los machos del barrio también, cantando con ellos las que se saben que son la mayoría, porque lo que tocan es mayormente rock nacional.