Nueva Escena de Rol: entre Planes y Traslados

Punto de vista: Fabián.

Habitación de Descanso
Es una habitación con el espacio suficiente para cuatro literas, un sofá de 3 puestos, una mesa rectangular donde pueden coincidir hasta 6 personas a la vez, un mueble para guardar enseres y algunos alimentos no perecederos sobre el que descansa una cafetera y un microondas. Sobre el mueble, colgando en la pared, un par de gabinetes con llave permiten guardar insumos médicos y medicamentos. Al lado derecho del mueble, una pequeña nevera contiene agua, bebidas isotónicas y bebidas energizantes. A la izquierda, una puerta dirige al baño, en el que hay un par de duchas, dos cubículos con retrete, un espejo y dos lavabos. Frente a las literas, hay varias taquillas colocadas de forma ordenada.
Melissa entra y cierra la puerta tras de sí.
Melissa mira a todos los presentes.
Fabián se levanta.
Dices: «Te estábamos esperando, Melissa.»
Guillem apoya una mano en el hombro de Fabián.
Melissa se quita la bata y se encamina hacia la cafetera.
Kiara e Ismael la Observan en silencio.
Melissa se sirve un café y se gira, mirando a Fabián.
Fabián está tenso e impaciente.
Dices: «¿Vas a ayudarnos?»
Melissa sopla y da un sorbo, apoyándose del mueble ligeramente.
Melissa dice con acento argentino, «Lo siento, Fabi, pero por mucho que entienda tu situación, no puedo quebrantar la ley.»
Fabián da un golpe a la mesa y se deja caer en una silla, derrotado.
Fabián niega con la cabeza, tapándose la cara con ambas manos.
Melissa aprieta los labios y suspira.
Melissa dice con acento argentino, «escuchame, Fabi, yo te prometo que voy a estar muy pendiente de su salud, eso sí que puedo hacerlo sin problemas.»
Fabián alza la mirada.
Dices: «Ella no va a aguantar estar ahí encerrada, que la traten como una débil mental, Melissa. Por favor, no le des el alta todavía, necesito más tiempo para poder arreglar lo legal y llevarla conmigo… por favor, Melissa.»
Melissa se termina el café y tira el vaso en la papelera.
Guillem sigue de pie tras Fabián, apretándole el hombro.
Melissa mira a Guillem, este asiente con un leve movimiento de cabeza.
Melissa arrastra una silla y se sienta frente a Fabián.
Melissa dice con acento argentino, «Mirá Fabi, se lo expliqué a García y a Moreno, tenés que entender que en mi posición yo no puedo cometer errores. si yo no doy el ejemplo, imaginate lo que pasaría. Podés pensar que no te entiendo ni a vos ni a tus colegas, pero lo hago… solo que no puedo hacer lo que me pedís. hace días he debido firmar el alta y lo sabés, vos mismo viste sus analíticas.»
Fabián suspira, resignado.
Murmuras: «voy a perderle ahí dentro, Melissa.»
Melissa alza la mirada, Guillem permanece firme tras su amigo.
Melissa mira a Fabián.
Melissa dice con acento argentino, «Mirá Fabi, vamos a hacer lo siguiente. Yo voy a dejar en su expediente la orden de que tiene que venir a mi consulta cada mes.»
Fabián mira a Melissa con renovado interés.
Kiara e Ismael se miran un instante.
Ismael dice: «Eso no la metería en un problema, doctora?»
Melissa se gira y mira a Ismael, negando con la cabeza.
Melissa dice con acento argentino, «no es lo más convencional, pero dada su situación, puedo alegar que es necesario no perder de vista su control, más cuando estará en un piso tutelado».
melissa mira a Fabián.
Melissa dice con acento argentino, «Eso te dejará a vos más tranquilo y a mí también, la verdad. Te voy a ser muy franca, Fabi. Todo lo que vos me contás, lo que me dicen vos y tus colegas sobre Navarro, sobre este temita de la IDO, esas son cosas que se rumorean pero que nadie se atreve a decir en voz alta, mucho menos a denunciar.»
Melissa dice con acento argentino, «Tenés que entender que la propaganda que tiene Imperium es brutal, yo misma he creído en tantísimas cosas, no sabés cuantas desilusiones me he llevado por eso. Pero tenemos que seguir, si nos rendimos que va a ser de la gente? ¿me entendés, Fabi? sos vos, y los profesionales como vos y los aquí presentes los que hacen la diferencia.»
Fabián asiente y traga en silencio.
Melissa mira a Guillem.
Guillem le sostiene la mirada.
Melissa dice con acento argentino, «para vos tiene que ser complejo, Bagur. Sé que no podés señalar a nadie sin una valoración apropiada, por tu forma de trabajar es que siempre sos el escogido cuando tenemos que recomendar bajas o despidos. Estaré más atenta a Navarro y si veo alguna cosa rara, hablaré con el director, más de eso no puedo ofrecer.»
El busca de Melissa suena con insistencia.
Melissa resopla y hurga en el bolsillo de su pijama sanitario.
Melissa mira a Bagur y luego a Fabián.
Melissa dice con acento argentino, «En el asunto este de Ferrer, lo siento pero no me compete, sabés Fabi que no es mi área. De verdad que lo lamento.»
Melissa mira su busca y se levanta con rapidez.
Fabián se levanta para ir tras ella.
Melissa niega con la cabeza.
Melissa dice con acento argentino, «vos no te movés de acá, tu turno terminó hace una hora. así que me hacés el favor y te largás a tu casa o donde querás, pero no te quiero en el hospital más tiempo del que te corresponde.»
Melissa mira a Ismael.
Melissa dice con acento argentino, «a vos, Moreno si que te quiero en quirófano antes de que termine de contar diez, acaban de traer a un chico que calló por no sé qué dichosa ventana, tiene fractura de cadera, fémur, y desplazamiento vertebral. Mandaré por Raymond también, así que no te quedés mirando las mariposas. Movete, es para ayer.»
Melissa mira a Kiara.
Melissa dice con acento argentino, «Vos, García, asegurate de que el Fabi se largue a su casa,a la tuya o a la que sea. Tenés autorización de amarrarlo o de sedarlo, vos verás que te resulta más efectivo, pero lo sacás de acá. Luego te llamo para que me contés qué técnica fue la que usaste.»
Fabián va a protestar, pero Melissa alza el índice de costumbre.
Melissa dice con acento argentino, «Ni te atrevás a replicar, Fabi. Sabés que no me gusta ni que me interrumpan, ni que me desobedezcan, así que te mordés la lengua, ¿estamos?»
Fabián aprieta los dientes y asiente en silencio.
Melissa mira a Guillem.
Melissa dice con acento Argentino, «vos y yo tenemos una conversación pendiente, supongo que imaginás de que se trata, eres un pibe listo. Te espero mañana sin falta.»
Guillem asiente con la cabeza.
Melissa se coloca la bata a toda prisa y sale corriendo, dejando la puerta entreabierta.
Ismael se levanta y sale corriendo tras la mujer.
Kiara se levanta y cierra la puerta.
Fabián está mirando a la nada.
Kiara se le acerca y lo abraza, Fabián reacciona y le corresponde apoyándole su cabeza en el pecho.
Tocan a la puerta de una forma singular.
Guillem alza una ceja y ve a Kiara, esta sonríe con picardía.
Guillem achica los ojos y suspira.
Guillem dice algo en catalán y se acerca hasta la puerta.
Justino está en la puerta con cara circunspecta.
Justino murmura: «cuche, sigue ahí el doctorcito Fábrega, no?»
Justino mira a ambos lados de la puerta.
Guillem lo observa sin comprender.
Guillem dice con acento catalán, «sí, qué pasa justino, le reclaman en algún servicio?»
Justino abre mucho los ojos, luego se lleva un dedo a los labios indicándole a guillem que baje la voz.
Justino murmura: «jozú doctor, si parece quelleva la megafonía entera del hospital en ese gañote, hable más bajo no ve que estoy en misión secreta secretísima?»
Guillem reprime una sonrisa dándose cuenta de la seriedad de Justino.
Guillem murmura con acento catalán, «Muy bien, así te parece mejor?»
Justino asiente y vuelve a mirar para los lados.
Justino dice: «Mire, ya me ha dicho la doctora esta del cuerpo, lo que tengo que hacer y voy allá que eso es en una mihilla. La cosa es que el doc no se me mueva de aquí porque si no me lo pone más difícil que correr las 500 millas de indianápolis desde ahí del pueblo mío.»
Guillem dice con acento catalán, «La doctora del cuerpo? No entiendo, Justino.»
Justino pone los ojos en blanco un instante.
Justino dice: «caramba doctorcito, que me lo hacía yo a usted más sabido de estos temas… la doctora esta que le arregla a uno el cuerpo con masajes y ejercicios ahí en el semisótano, esa que va arreglando a to dios, cómo no va a saber quién es?»
Guillem cae en cuenta de que se trata de Kiara.
Guillem desvía la mirada hacia la puerta, pensativo.
Justino dice: «cuche, ha pillao usted la movida? O se lo repito por si se ha despistao que lo veo así como ido pal otro lao.»
Guillem mira a Justino y alza una ceja.
Justino alza ambas manos con las palmas hacia el frente.
Justino dice: «No me malentienda, eh? Que no ando yo hablando de aceras, lo que pasa es que anda usted así como más callao que un muerto, me entiende?»
Guillem asiente.
Guillem murmura con acento catalán, «ve tranquilo, Justino, aquí vamos a estar.»
Justino no espera a que guillem termine de entrar cuando sale disparado directo hacia el ascensor.
Punto de vista: Aymara.

Hospitalización-Habitaciones
Al entrar en la habitación observas una cama de hospital, del lado izquierdo una mesita y del contrario una silla tipo poltrona para el acompañante y la puerta que da al aseo. En la cabecera observas el paral donde se suelen colgar las soluciones y medicación vía endovenosa, la conexión para el oxígeno y el mando para llamar al puesto de enfermeras.

La puerta se abre con sigilo.
Aymara está acostada y se tensa al escuchar la puerta.
Aymara se gira quedando boca arriba, el corazón le palpita con fuerza.
Los pasos se acercan un poco más hacia la cama.
Aymara percibe el aroma masculino y se relaja un poco.
Justino carraspea un poco.
Justino dice: «me manda la doctora del cuerpo, ya sabe, avecilla, la que es amiga suya.»
Aymara dirige su rostro hacia la voz.
Aymara asiente.
Justino dice: «bueno, vamos a pisar el pedal y meterle todo el gas, que están cambiando de buardia, así que venga, que tenemos que volar.»
Dices con acento venezolano, «Pero a donde vamos?»
Justino dice: «Preguntas ahora mismo no, avecilla que hablar resta tiempo, ya lo verá, bueno, no lo verá pero .. bueno que es lo mismo, joder, venga, a mover el culete que corren los nanosegundos y tenemos que alcanzar la meta antes que la enfermera.»
Aymara asiente y se deja hacer por Justino que casi la alza en brazos y la sienta en la silla.
Justino se quita una sudadera de la cintura y se la pone a Aymara en el regazo.
Justino murmura: «Venga, a ponerse esta y se sube la capucha, amos amos, que hay que ir deprisa.»
Justino ayuda a la chica y coge la bolsa de hidratación.
Justino quita el freno de la silla y sale a toda pastilla de la habitación.
Aymara se agarra como puede a los apoyabrazos de la silla.

Segunda Planta
En esta planta se encuentra la zona de hospitalización general. Una vez sales del ascensor te encuentras con varias puertas numeradas en orden correlativo. Del lado derecho ves las habitaciones con numeración par y del izquierdo, las habitaciones con numeración impar. Al final del pasillo ves el puesto de enfermeras y diagonal a este, una pequeña sala de espera con sillones de semicuero de color negro y un par de mesitas que van a juego. El ambiente es templado y suele encontrarse poco ruido. Un televisor de 17 pulgadas está empotrado en la pared para ofrecer información del hospital y sus servicios a los acompañantes.
Ves el Ascensor del Hospital aquí.
Justino ve el ascensor y entra como una flecha, se gira y pisa el botón.
Antes de cerrarse la puerta Justino ve a una de las enfermeras caminar hacia su puesto y suspira.

el Ascensor del Hospital para en Primera Planta y las puertas se abren.

Primera Planta
En esta planta se ubican los servicios de diagnóstico. Al salir del ascensor observas un pasillo con varias puertas. A la derecha está el laboratorio para realizar todo tipo de analíticas, el laboratorio de anatomía patológica y el servicio de Imageneología. A la izquierda observas la salita de espera y al fondo una puerta con dispositivo de control de acceso, la cual permite ingresar a la habitación de descanso para el personal sanitario.

Justino sale del ascensor a toda máquina y frena girando la silla justo frente a la puerta.
Justino vuelve a tocar de forma singular.
La puerta se habre desde dentro y el celador pasa, arrastrando la silla.
Habitación de Descanso
Justino cierra la puerta respirando profundo y se presigna.
Aymara se baja la capucha, acalorada.
Fabián se levanta al ver que es Aymara quien está en la silla.
Fabián se acerca a prisa, le acuna el rostro con las manos y la besa con desesperación.
Justino aparta la mirada y se gira.
Aymara se aferra a Fabián, este la alza en peso.
Kiara coge la bolsa de hidratación a tiempo antes de que caiga al suelo.
Kiara dice: «cuidado que la rompes, muñeco.»
Kiara ríe bajito.
Aymara rodea la cintura de Fabián con las piernas, este la sujeta entre sus brazos con fuerza.
Guillem mira a Kiara.
Guillem dice con acento catalán, «solo a ti se te ocurren estas cosas, Kia, como pillen al Justino o a Aymi aquí, se va a armar un follón de dimensiones insospechadas.»
Kiara hace una mueca.
Kiara dice: «qué vaina contigo, besucón, si es que tú necesitas algo que te avive el espíritu. No va a pasar nada porque esto solo son unos minutitos, vos sabeis que aquí no hay cámaras y ya el cambio de guardia está en curso.»
Guillem va a replicar pero Kiara lo detiene.
Kiara dice: «Además, tenemos que decirle lo que ya tú sabes, así que en lugar de refunfuñar, vamos a aprovechar, claro, si aquí el muñeco deja de comerse a la caramelo.»
Fabián cae en cuenta y se separa, llevando consigo a Aymara hasta sentarse en una silla.
Fabián acomoda a Aymara en su regazo.
Aymara está agitada, Fabián siente como le late el corazón con fuerza y la rodea con sus brazos.
Fabián dice: «Respira despacio, cielo.»
Aymara asiente, pero la emoción no la deja sosegarse.
Justino ve a la pareja y suspira, enternecido.
Kiara carraspea.
Kiara dice: «Trae café y agua, besucón, vamos a aprovechar para explicar todo todito, que el tiempo está justo.»
Kiara mira a Guillem.
Kiara dice: «qué molleja, besucón, coño, te vais a apurar o voy a tener que hacerlo todo yo solita.»
Guillem farfulla algo en catalán mientras se dirige a la nevera.

Diez minutos después…

Fabián está reticente a soltar a Aymara, pero guillem le aprieta el hombro.
Guillem dice con acento catalán, «Vamos, macho no lo hagas más difícil, Justino tiene el tiempo justo de volver.»
Aymara está temblando.
Fabián la abraza con fuerza.
Fabián susurra muy cerca del oído de aymara: «voy a sacarte nena, te lo juro que te sacaré de allí, estamos en ello, pero tienes que resistir.»
Susurras algo a Fabián.
Susurras: «Lo haré, cariño. Pero tienes que prometerme que no harás locuras, que esperarás siendo juicioso.»
Fabián besa a Aymara con pasión pero no le responde.
Justino carga a la chica y la deja en la silla, le sube la capucha y coloca la bolsa de hidratación en su regazo.
Justino mira a Fabián.
Justino dice: «perdone, doctorcito, pero como no me lleve a esta avecilla hacia su jaula, nos vamos a meter en una buena. Pero yo se la cuido, que a esta no le toca un pelo ni la madre esa de todos los dragones, sabe? esa de la TV que grita Drackaris! Drackaris!»
Guillem reprime la risa y corre a abrir la puerta.
Kiara sí se carcajea con ganas.
Guillem asoma la cabeza, ve que no hay nadie y entra.
Guillem dice con acento catalán, «Venga, Justino, está todo despejado.»
Guillem mira a Kiara y a Fabián.
Guillem dice con acento catalán, «Me voy con Justino, solo por si acaso, vale? ya os aviso cuando tenga novedades.»
Fabián se acerca a Aymara y le da otro beso antes de que Justino salga con Guillem a toda prisa.
Kiara se acerca a Fabián.
Kiara dice: «Lo vamos a lograr, muñeco, tienes que creer que así será.»
Fabián respira profundo.
Fabián dice: «Tengo miedo. Tengo mucho miedo por ella, Kia.»
Kiara se mueve, colocándose frente a Fabián.
Kiara dice: «y yo, y todos, pero juntos vamos a salir de esto.»
Fabián cierra la puerta y se gira, apoyándose en ella, mientras reprime unas lágrimas.

Punto de vista: Guillem.

Justino alcanza la pared del ascensor, Guillem se detiene tras él.
Pulsas el botón del elevador y este se pone en movimiento.

El Ascensor del Hospital llega y las puertas se abren.
Entras en el Ascensor del Hospital.
El Ascensor del Hospital
Es un ascensor con una cabina amplia en la que puedes verte gracias al espejo que posee en la pared del fondo. Junto a las puertas, del lado izquierdo ves el tablero el cual te permite llegar a las diferentes pplantas del hospital si escribes ir.
Justino entra empujando la silla.
Guillem pisa el botón de la planta número dos.
Guillem coge su móvil y pasa un mensaje tan rápido como puede.

El ascensor cierra las puertas y se pone en marcha.

El móvil de Guillem suena, este baja la mirada y lee.
El Ascensor del Hospital para en Segunda Planta y las puertas se abren.
Dices con acento catalán, «Vamos Justino, no hay casi tiempo.»
Justino sale a toda prisa del ascensor.
Guillem sale tras él.
El ascensor cierra las puertas y se pone en marcha.
Justino va disparado hacia la habitación, guillem abre la puerta.
El Ascensor para en la planta número 3.
Justino acerca la silla hasta la cama.
El ascensor cierra las puertas y se pone en marcha.
Justino alza en peso a Aymara.
El Ascensor del Hospital para en Segunda Planta y las puertas se abren.
Humberto sale del ascensor acompañado por fina.
Guillem ayuda a Justino a quitarle la sudadera a Aymara.
La manga de la sudadera se traba con las válvulas de la vía y el tubo de goma.
Justino tiene la frente perlada de sudor.
La puerta de la habitación se abre.
Justino logra quitar la sudadera y la tiene entre las manos.
Aymara se cubre con las sábanas.
Guillem se gira y mira a Humberto.
Humberto dice con acento melillense, «¿qué haces tú aquí, Bagur?»
Dices con acento catalán, «me informó la doctora Melissa que le daba de alta a la paciente y coordiné con Fina encontrarnos aquí, por si necesitases ella o tú alguna información o trámite.»
Humberto alza las cejas al ver que Guillem lo tutea, pero guarda silencio, excrutándolo.
Guillem aguanta la mirada de Humberto sin pestañear.
Humberto dice con acento melillense, «No necesitamos nada más, Bagur. Las credenciales están en orden, ya he acordado con Fina su horario, te puedes ir al servicio o a ocuparte de tus pendientes.»
Guillem asiente con la cabeza, mira a Justino y a Fina y se acerca a la cama.
Dices con acento catalán, «Aymara, aquí está Fina. Es enfermera del servicio de Psiquiatría, pero puede apoyarte en cualquier otra cosa que necesites en relación con tu tratamiento, vale?»
Humberto carraspea.
Humberto dice con acento melillense, «haz el favor de no interferir con mi trabajo, bagur. Ya diré yo Qué funciones tiene fina. No te olvides que ella va a algo muy específico.»
Guillem mira a Humberto, sereno.
Dices con acento catalán, «No olvido a qué va Fina, Humberto. Más bien parece que eres tú quien olvida que has de velar por el bienestar de todas las personas con discapacidad que tienes a tu cargo. Aymara es diabética y requiere apoyo… y lo siento, pero como no tengas a alguien más que pueda atenderla, deberás hacerlo tú o Fina y supongo que Fina es tu elección, no es verdad?»
Humberto se acerca a Guillem invadiendo su espacio personal.
Humberto murmura con acento melillense, «Estás rozando límites que no deberías, Bagur, te lo advierto por última vez, no interfieras en mi trabajo.»
Fina advierte la tensión e interrumpe.
Fina dice con acento madrileño, «Doctor Bagur, estoy segurísima de que el doctor Ferrer va a ajustar mis obligaciones a la perfección y todos los chicos del piso estarán bien atendidos, verdad, doctor Ferrer?»
Humberto da un paso atrás, relajando un poco la postura.
Humberto suaviza el tono.
Humberto dice con acento melillense, «Desde luego, Fina. Así será.»
Justino aprieta la sudadera con fuerza, mordiéndose la lengua, al recordar cómo se portó el hombre con el otro chico.
Dices con acento catalán, «Muy bien. Siendo así.»
Humberto ignora de manera deliberada a Guillem y se acerca a Aymara, mirándola de forma inquietante, sin pestañear.
Justino desvía la mirada, el hombre le da repelús.
Fina se mueve despacio, comenzando a recoger las cosas de la chica.
Humberto se inclina sobre Aymara y le coloca la chapa.
Humberto roza las clavículas de la chica, Aymara da un respingo.
Humberto sonríe para sí.
Justino intenta mirar por el rabillo del ojo lo que hace el médico.
Humberto murmura con acento melillense, «vas a ver que estarás muy bien cuidada y protegida con nosotros.»
Aymara se reprime todo lo que puede para no hablar y responder.
Fina dice con acento madrileño, «Ya está todo recogido, doctor Ferrer.»
Humberto se yergue y se fija en que Guillem aún no se marcha.
Humberto dice con acento melillense, «iré a formalizar el traslado, os espero en planta baja. Haced el favor de no tardaros, no tengo todo el día.»
Humberto mira a Guillem y le pasa por un lado hasta que abandona la habitación.
Guillem se queda pensativo ante lo que le parece haber visto en aquella mirada.
Justino rompe el silencio.
Justino dice: «Por la vírgen del rocío, que mal yuyu da ese doctor, si parece el matasanos aquel que iba descuertizando a to dios en aquella peli, joder, si tengo la carne de pollo no más de como mira.»
Justino se presigna.
Fina dice con acento madrileño, vamos, es mejor no hacerle esperar.»
Justino asiente y con ayuda de Fina sientan de vuelta a Aymara en la silla.
Guillem se acerca y se acuclilla.
Dices con acento catalán, «ya sabes cómo comunicarte conmigo, lo que sea, Aymi por pequeño que te parezca.»
Aymara asiente con la cabeza y busca a tientas la mano de Guillem.
Aymara dice con acento venezolano, «Voy a poder, pero promete que cuidarás de él, por favor.»
Guillem se levanta y le da un beso en la frente.
Dices con acento catalán, «Dalo por hecho, guapa.»
Fina se encamina hacia la puerta, llevando las cosas de Aymara.
Justino quita el freno de la silla y sigue a la enfermera.
Fina y Justino salen de la habitación.
Guillem les sigue a cierta distancia.
Fina entra en el ascensor, Justino entra empujando la silla.
El ascensor cierra las puertas y se pone en marcha.
Guillem suspira y se encamina hacia las escaleras.

el Ascensor del Hospital para en hospital Universitario La Paz. y las puertas se abren.
Fina y Justino salen del elevador.
Comunidad de Madrid; hospital Universitario La Paz.
Ves Un mostrador, Una recepcionista, y el Ascensor del Hospital aquí.
Guillem llega a planta baja, justo para ver a Justino empujar la silla hacia afuera.
Por delante, camina Humberto junto a Fina.
Guillem camina hacia la salida, manteniendo la distancia.
Comunidad de Madrid; Plaza de Castilla.
Ves obelisco de Calatrava, Monumento a Calvo Sotelo, y Una ambulancia aquí.
Gideon espera junto a la ambulancia.
Humberto se acerca seguido por Fina y el celador.
Fina mira la ambulancia.

Una ambulancia
Observas un vehículo tipo furgoneta que posee una potencia de 13 CV fiscales, un sistema de suspensión de acuerdo a la carga especificada y un sistema de freno con doble circuito y servo-freno. Está identificado en su parte delantera con la palabra ambulancia en la parte trasera y en la parte delantera escrita al revés, mientras en los laterales se observa la identificación correspondiente al Servicio de Asistencia Médica de Urgencias de madrid, además de un número de contacto. La carrocería es de color blanco y está delimitada por una cinta adhesiva de seguridad reflectante que permite identificar el tipo de vehículo durante la noche. Tiene los faros anteriores antiniebla, así como loco rojo posterior antiniebla. Posee señalización luminosa de color azul y acústica según la legislación vigente.
Humberto dice con acento melillense, «Ya estamos listos.»
Gideon asiente con la cabeza, y se dispone a abrir las puertas.
Gideon abre las puertas del Habitáculo Sanitario.
Gideon ayuda a Fina a subir.
Humberto se dirige a la cabina de la ambulancia y sube del lado del conductor.
Fina entra en el habitáculo sanitario de una ambulancia.
Justino acerca la silla y pone el freno.
Gideon maniobra y la plataforma desciende.
Gideon coloca la silla en la plataforma.
Gideon traslada a Aymara al interior de la ambulancia.
Gideon entra en el Habitáculo Sanitario de esta ambulancia.
Una ambulancia; Habitáculo Sanitario
Este habitáculo cuenta con Medidas de isotermia e insonorización aplicadas a la carrocería, ventilador para renovación de aire, el cuál no causa turbulencias en el interior del habitáculo. Tiene una claraboya superior y lunas de seguridad traslúcidas en ambas puertas. Los sistemas de iluminación, ventilación y calefacción funcionan de forma independiente a los de la cabina del conductor. Posee paredes lisas con Revestimiento interior de suelo y paredes lavable y resistente a los procedimientos de limpieza y desinfección. El del suelo es además antideslizante. Incluye también, raíles para el soporte, fijación y deslizamiento de una camilla con ruedas y Anclaje para evitar movimientos o desplazamientos de la camilla, además de doble cinturón de seguridad para la sujeción del enfermo a la camilla. Cerca de los equipos se encuentran dos conexiones eléctricas de 12 V. Del lado contrario a la camilla hay un asiento plegable con cinturones de seguridad para el personal sanitario, una silla plegable, el material e instrumental médico y un botiquín con lo necesario para la atención in situ.

fina está sentada.
Gideon coloca a la chica en la camilla y la asegura.
Justino se asoma y gideon le acerca la silla.
Justino dice: «venga, ahora sí, me piro antes de que por ahí algún dragún suelte llamas de fuego venenoso.»
Gideon mira hacia la cabina y asiente, cerrando las puertas.
Comunidad de Madrid; Plaza de Castilla.
Ves obelisco de Calatrava, Monumento a Calvo Sotelo, y Una ambulancia aquí.
Una ambulancia se marcha a toda velocidad.
Guillem observa desde la entrada.
Justino se acerca a guillem pero pone de pronto mala cara.
Unos tacones se escuchan repiquetear con fuerza.
Mayra se acerca a Guillem, sonriente.
Mayra dice: «Qué, disfrutando de lo bien que hacemos el trabajo por aquí, doctor Bagur?»
Justino dice: «me piro, doctor, si me necesita ya sabe.»
Justino sale disparado hacia el interior del hospital.
Guillem se gira y va a seguirle, pero Mayra se le atraviesa.
Mayra dice: «No es de personas cultas y civilizadas dejar a una dama con la palabra en la boca.»
Guillem mira a Mayra.
Dices con acento catalán, «Llevas razón, eso no se le hace a las que son damas. Ten buen día, mayra. Tengo trabajo y poco tiempo.»
Mayra va a replicarle, pero Guillem vuelve a dejarla con la palabra en la boca.
Mayra parte en dos el lápiz de grafito que llevaba en la mano.
Mayra ahoga un grito para no hacer una escena bochornosa en plena calle.
Mayra entra furiosa de vuelta al hospital.

Media hora después…

Un piso de la IDO
Al abrir la puerta te encuentras con un pequeño pasillo en cuya pared de la derecha hay un espejo de cuerpo entero. Al terminar el pasillo observas un salón comedor en forma de ele, que finaliza con una puerta batiente que da acceso a la cocina. A la derecha observas un ventanal que brinda iluminación y vistas a la ciudad de Madrid y a la izquierda un pasillo que da a las habitaciones y a un baño. La decoración es austera para el piso en general, a excepción de la habitación matrimonial donde el lujo y la comodidad son los aspectos reinantes.
Ves Un juego de recibidor, Una mesa comedor con varias sillas, Una televisión marca LT Koshiba de 40 pulgadas, Una biblioteca de roble, y Una cocina sencilla aquí.
Humberto cierra la puerta tras de sí.
Delante de Humberto Fina va guiando a Aymara, explicándole la disposición de todo.
Fina entra con Aymara a una habitación amoblada para dos o tres personas.
Humberto aguarda en el pasillo, mientras medita todo lo que hará con esta nueva fierecilla, a la vez que recuerda el día en que la pilló.
Humberto sonríe para sí, y entra en su habitación.