Nueva escena de rol: Pesadilla. Una rica torta y unos ricos pastelitos

Disclaimer

La siguiente escena contiene material violento y desagradable, no apto para todo el mundo.

Punto de vista: Diego

Diego se encuentra en su viejo departamento de San Isidro. En eso, la puerta se abre repentinamente y llegan los machos, Maxi, Leto y Gago con Jazmín esposada y amordazada.
Gago cierra la puerta despreocupadamente.

Leto grita, «Bueeeenas buenas buenaaaas!»

Maxi grita, «Ese tiqui putíiiiiin!

Leto grita, «Buenoooo, Dieguín, macho, te trajimos una rica torta, y unos ricos pastelitos!» dice con voz alegre.

Dices con acento porteño, «Uuuuh, qué bueno boludo!»
Maxi ríe por lo bajo.

Gago dice con acento brasileño, «Nos destapamos unas birritas y arrazamos con eso, qué te pa?»

Leto grita, «de una boludoooooo!»

Diego va a buscar una cerveza a la heladera.
Leto dice, «Y bueno, con qué quieren arrancar? Con los pastelitos o la torta?»

Gago desata discretamente a Jazmín, que está gimiendo desesperada. La mantiene amordazada.

Aparece repentinamente, como por arte de magia, Jorge.

Jorge grita, «Por la tooortaaaa!»

Maxi dice, «Arrancamos con la torta entonce?»

Diego regresa de la cocina.
Dices con acento porteño, «Seee, dale, la torta!»
Leto coge a Jazmín y la suve iolentamente a la mesa ratona.

Leto dice, «Listo, arrancamos con la torta.

Mientras Leto dice esta frase la pone con violencia cabeza abajo a Jazmín. Aparecen un cuchillo y un tenedor en las manos de Leto, quien procede a cortarle la cabeza a la chica. Lógicamente, Jazmín comienza a dar alaridos de dolor y horror mientras sus ojos se desencajan.

Gago destroza la ropa de Jazmín y la sostiene con fuerza y firmeza del resto del cuerpo, mientras Leto le continúa cortando la cabeza. Jazmínn comoenza a sangrar a borbotones, dando sus últimos chillidos, sus últimos gemidos. AHora la cabeza de Jazmímn, despedazada, llena de sangre, sangre que se pega al pelo que se vuelve una maraña. Y Maxi, Leto y Gago ríen, como si esto fuera un Festín en serio.

Diego está paralizado.
Gago coge a Diego del pescuezo y con violencia lo tira de cabeza contra el piso, haciéndole chocar con la mesa ratona.

Diego trata de no emitir sonido pero sufre de dolor.
Leto y Gago levantan la cabeza de Diego con brusquedad y se la introducen con violencia sobre la mesa, llenándole los labios de la sangre de Jazmín.

Maxi dice, «Comé putilín, que tiene esa cremita roja…»

Leto grita, «Dale, comé comé! Comé, pedazo de gil!

Gago le introduce en la boca pedazos de la cabeza, con pelo, sangre y todo.

Leto grita, «Comé o te re cago a palos.»

Diego adsorbe, contra su voluntad, los restos de la cabeza de Jazmín, la torta.
Maxi aparece por sorpresa con una soga, le ata las manos por detrás a Diego, brazos cruzados, y presiona… fuerte, fuerte, cada vez más fuerte.

Diego grita de dolor, la presión es terrible.
Leto comienza a golpearle en la cabeza y grita, «Comé o te quedás paralítico, puto!»

Diego está llorando del dolor, mientras Maxi no solo que no afloja, sinó que con ayuda de Leto y Gago están torturándolo cada vez peor.
De repente la escena cambia: En la mesa no hay más restos de la cabeza de Jazmín. Ahora, en cambio, aparece ella, viva (con cabeza y todo) desnuda, recostada en la mesa ratona.

Leto grita, «Bueno, ahora los pastelitos!»

Sin mediar ma´s palabras, los machos le cortan a Jazmín las dos tetas, le hacen varios cuchillazos en la vagina, le cortan el clítoris. Claro, ella grita, chilla, da los gritos más desgarradores que Diego haya oído, y los machos la dan vuelta y ahora le acuchillan los cachetes del culo,para finalmente acuchillarle el ano, saliendo el cuchillo lleno de mierda.

Diego está otra vez, inmóvil, sin saber qué hacer.
Maxi dice, «Vení putín, acá están los pastelitos.»

Sobre la mesa están, a trozos, las partes íntimas de Jazmín, llenas de sangre como la propia mesa. A un costado, el cuchillo, con la hoja llena de mierda y parte del mango.

Gago vuelve a drale un cabezazo contra la mesa a Diego.

Gago grita, «Comé mierda, comé!»

Leto blande amenazante el cuchillo, lleno de merda.

La escena se repite. Nuevamente Diego tragándose el amargo sabor de la sangre, los machos atándolo por atrás de la espalda y presionando peor que antes, sostemiéndole las piernas y apretándole los músculos con algo que Diego no sabe qué es. Luego, Gago le sigue gritando insultos, cuchillo en mano, lo sacude, el cuchillo, el cual se convierte en una cuchilla enorme. Gago la sacude, la agita en círculos y de repente Diego siente que pierde la vida poco a poco…

Diego despierta. Está llorando amargamente, sudando frío, temblando. A su lado, Jazmín se ha despertado alarmada.