Nueva escena de rol: Reencuentro

Punto de vista: Marcos.

Despacho
Es una oficina de paredes color champagne con algún que otro cuadro colgado en ellas. El suelo es de roble maciso de aspecto satinado. En el centro el escritorio cuenta con un hordenador, un teléfono y una impresora, además de algunos papeles y carpetas organizados, dejando espacio en la superficie. Detrás del escritorio, un enorme ventanal dota de luz al espacio. En una esquina se encuentra un discreto mueble bar y cerca de él hay una pequeña mesa ratona con dos cómodos sillones.
Ves una caja registradora aquí.
Marcos trastea un rato con el móvil.
Marcos busca en la agenda telefónica y pulsa en el contacto que estaba buscando.

El teléfono da tono.
Fausto descuelga la llamada.
Fausto te dice por teléfono, «Hola, ¿qué tal estás?»
Dices por teléfono, «Eso te pregunto yo a ti, tio. ¿Cómo vas?»
Fausto te dice por teléfono, «todo bien, tio. ¿has hablado con Orestes?»
Dices por teléfono, «quedé con él hoy. No tienes de qué preocuparte, te dije que ya me ocupaba yo de Orestes. No te obsesiones, ¿vale?»
Fausto te dice por teléfono, «Vale. Gracias por todo, tio.»
Dices por teléfono, «no tienes nada que agradecer, lo sabes.»
Fausto te dice por teléfono, «Lo sé.»
Dices por teléfono, «Bien, dale mis saludos a Ivy. Ya si eso nos vemos el próximo miércoles.»
Fausto te dice por teléfono, «de acuerdo. Avisa si llegas a averiguar alguna cosa más. No es obsesión, macho, solo es precaución.»
Dices por teléfono, «Relájate, Ya te diré cualquier cosa.»
Fausto te dice por teléfono, «Bien, cuídate entonces.»
Dices por teléfono, «Tú también.»
Cuelgas la llamada.
Marcos se queda pensativo un instante.
Marcos se pone en pie y va a servirse un trago.
Marcos observa por el ventanal un rato, mientras espera la hora de marcharse.
Hora y media después…
Sales.
Comunidad de Madrid; Zona administrativa.
Marcos baja las escaleras con rapidez.
Alojamientos Sláinte
Ves una recepcionista aquí.
Marcos saluda con un gesto a clara antes de bajar las siguientes escaleras.
Sláinte social club – Planta Principal
Sales.
Sláinte Social Club
Marcos da unas instrucciones a los seguratas.
Los seguratas asienten y Marcos sale.
Comunidad de Madrid; Plaza de la Independencia.
Ves un todoterreno reacondicionado, Nisan Rashqai, y Furd Fufa aquí.
Hace un frío que pela
Marcos camina a prisa hacia su coche.
Marcos desactiva la alarma del coche y los seguros de las puertas se desbloquean.
Marcos abre la puerta del conductor.
Furd Fufa

Marcos cierra la puerta, bloqueando los seguros.
Marcos estira la cinta y se abrocha el cinturón de seguridad insertando la hebilla en el anclaje.
Marcos enciende el coche y activa el GPS.
Marcos introduce la dirección en el GPS.
Tiempo estimado: 2 minutos.
La voz del GPS indica la duración del trayecto hasta llegar al destino.;
Marcos mete la velocidad en la palanca de cambios pisando luego el acelerador y el coche se pone en movimiento.
Marcos va mirando la vía alternando con los espejos retrovisores, mientras conduce escuchando las instrucciones del GPS.
Marcos va conduciendo hacia el norte mirando através del parabrisas y los retrovisores, mientras avanza por la calle.
Marcos sigue hacia la calle Serrano hasta la plaza de Colón donde gira al este.

Marcos afloja la presión en el pedal de aceleración para reducir la velocidad al aproximarse a su destino.;
Marcos mira por el parabrisas y los espejos retrovisores alternativamente mientras maniobra con el volante hasta que se estaciona.
Mirando por los cristales puedes ver:
Comunidad de Madrid; Calle de Goya.
Marcos gira la llave apagando el motor, luego extrae la llave del cilindro de encendido y se desabrocha el cinturón soltando la hebilla del anclaje.

Marcos desbloquea los seguros y abre la puerta del vehículo.
Marcos baja del coche.
Comunidad de Madrid; Calle de Goya.

Marcos cierra la puerta, activa la alarma del coche y los seguros de las puertas se bloquean.
Marcos Observa la calle en detalle antes de dirigirse a su destino.
Te encuentras en una vía que asciende desde la Plaza de colón hasta la Calle del doctor Esquerdo.

Ves Edificio Residencial y Furd Fufa aquí.
Marcos se acerca al portal del edificio residencial.
Una pareja va saliendo del edificio.
Marcos aprovecha para entrar.
Marcos camina por la planta baja hacia el ascensor.
Marcos entra al elevador.
Marcos usa el espejo un instante para verificar si alguien viene tras él y luego gira para pulsar el botón de la octava planta.
El ascensor cierra sus puertas y se pone en movimiento.
El ascensor llega a la planta ocho y abre sus puertas.
Sales del elevador.
Edificio Residencial; Octava planta.
Ves un Ático de Lujo y un Piso Dúplex aquí.
Marcos camina hacia el Ático y toca el timbre.
La puerta de un ático de lujo es abierta desde adentro.
Marcos observa al hombre que abre la puerta.
Orestes
Suele ofrecer una sonrisa socarrona, la cual luce perfecta en su boca grande de labios llenos. El arco de cupido es bien definido y muestra un filtrum pronunciado, haciendo que destaque por encima de su nariz armónica, la cual acompaña a unos pómulos marcados y una mandíbula fuerte de ángulos rectos. Tiene los ojos ligeramente almendrados de color avellana con largas y gruesas pestañas, enmarcados en unas pobladas cejas negras que acentúan Su mirada enigmática y un tanto cautivadora. Es alto y de complexión atlética. Lo caracteriza una gran elegancia al caminar, aunque suele economizar sus movimientos. Viste con frecuencia de gris o negro, siendo su ropa hecha siempre a la medida. en el dedo anular de la mano izquierda lleva un anillo de acero con eslabones de platino y pequeñas piedras de obsidiana incrustada entre cada eslabón.
Orestes hace un gesto de asentimiento con la cabeza y se hace a un lado para darle paso a Marcos.
Marcos corresponde al gesto y entra.
Un Ático de Lujo
Es un ático luminoso decorado con evidente hedonismo. Al ingresar, encuentras el salón, una puerta que da al despacho, un pasillo que dirige hacia las 4 habitaciones tipo suite y los 3 baños completos, una cocina amplia y perfectamente equipada, una escalera que da a la planta superior donde está la habitación principal con su vestier y su baño con jacuzzi incluido y acabados de lujo y una pared acristalada que permite disfrutar de la vista de una preciosa terraza de 20 metros que da al exterior de la fachada y permite visualizar los alrededores. en todos los ambientes puedes observar obras de arte, muebles de diseño, moquetas Aubusson, materiales nobles y texturas que brindan equilibrio, minimalismo y buen gusto.
Orestes cierra la puerta y adelanta a Marcos.
Una mujer de hermosos ojos ambarinos sale a su encuentro.
Orestes se inclina y le susurra algo a la mujer.
La mujer asiente y se retira con discreción.
Marcos se fija en el anillo que la mujer lleva en el dedo anular de la mano derecha y sigue observando a la mujer admirando su belleza.
Orestes se gira y sonríe con satisfacción.
Orestes dice con acento Cretense, «¿Admirando mi buen gusto?»
Marcos hace un gesto de cabeza.
Orestes dice con acento Cretense, «vamos a mi despacho, Marlene nos acompañará más tarde.»
Marcos sigue al hombre hasta el despacho.
ambos hombres entran, Orestes se acerca al bar mientras Marcos cierra la puerta.
Despacho
Observas un ambiente minimalista y sereno, decorado con una armonía exquisita. Frente a la puerta de entrada se encuentra un escritorio de madera y cristal, acompañados por un juego de sillas de diseño exclusivo las cuales descansan sobre una preciosa moqueta Aubusson cuyo diseño complementa el estilo y da personalidad al espacio. Diagonal a la derecha, una biblioteca acapara la pared en todo su ancho. Junto a la biblioteca un par de sillones y una mesita, también de diseño, permiten disfrutar de un momento de lectura o entretenida conversación. Contrario a la biblioteca, un gran ventanal panorámico deja ver parte de la ciudad.
Orestes sirve dos tragos de Bourbon.
Marcos se acerca al hombre y acepta el vaso.
Dices: «Estos gustos tuyos, siempre tan americanos, hombre.»
Orestes alza su trago.
Orestes dice con acento cretense, «Sláinte, por los reencuentros gratos.»
Marcos alza su vaso y repite el brindis, disfrutando el aroma antes de dar un trago.
Dices: «cada vez que te veo lo pronuncias mejor.»
Orestes asiente y sonríe antes de dar otro trago.
Orestes hace un gesto a Marcos para que se siente en uno de los sillones junto a la biblioteca.
Marcos accede y se sienta con comodidad.
Orestes lo imita. en breve ambos están sentados frente a frente.
Orestes dice con acento cretense, «Hace mucho no te veía. dime, ¿Qué puedo hacer por ti? ¿Has decidido por fin pasar al siguiente nivel?»
Marcos da otro trago y deja el vaso sobre la mesita.
Dices: «No, la verdad no tengo interés en ocuparme de una esclava; me gusta la libertad, ya lo sabes.»
Orestes niega, algo divertido.
Orestes dice con acento cretense, «serías un estupendo amo, eso es lo que sé y tú también lo sabes… pero entonces, ¿qué te trae a verme esta vez?»
Orestes observa el líquido antes de dar otro trago.
Marcos observa al hombre sin parpadear.
Dices: «La otra noche estuvo en Libertino’x una recomendada tuya. Lo que me sorprende es que recomiendes una fetterati y no hagas acto de presencia.»
Orestes abre los ojos, incrédulo.
Orestes dice con acento cretense, «¿De dónde te has sacado semejante gilipollez? Me sorprende que Ivy o Fausto te hayan dicho algo así.»
Marcos coge de nuevo el vaso y da un trago.
Orestes va a comenzar una larga exposición de motivos y argumentos pero Marcos alza una mano y lo detiene.
Dices: «Estuve ahí, de hecho terminé yo la sesión… la tia es una masoquista irresponsable y tú conoces bien los límites de Fausto.»
Marcos narra los hechos de aquella noche con extremo detalle.
Orestes cambia de expresión a medida que va escuchando.
Orestes dice con acento cretense, «Yo no lo hice; no recomendé a esa mujer, Marcos.»
Marcos lo observa.
Dices: «¿Cómo dio con tu nombre? Porque su referencia fue muy específica, tio.»
orestes piensa un momento.
Orestes dice con acento cretense, «solo conozco dos mujeres…no, espera, tres, con el perfil de masoquistas….»
Orestes sigue cavilando mientras se termina el trago.
Marcos lo observa, sereno.
Orestes apoya el vaso con fuerza sobre la mesita y maldice por lo bajo.
Orestes mira a Marcos.
Orestes dice con acento Cretense, «Dices que tiene marcas en los muslos?»
Marcos asiente.
Dices: «Muy similares a las que dejan los silicios.»
Orestes se pone de pie y comienza a andar de un lado a otro, inquieto.
Marcos lo sigue con la mirada.
Orestes dice con acento cretense, «la única que encaja en ese nivel de irresponsabilidad es… Mayra Navarro… dime que Fausto no llegó demasiado lejos con ella.»
Dices: «No, te he dicho que he terminado yo. Les recomendé que la vetasen de Libertino’x.»
Orestes se pasa la mano por la cabeza un par de veces.
Orestes se sienta.
Marcos lo mira a los ojos, esperando que Orestes hable.
Orestes dice con acento cretense, «Es una tia obsesiva; pero no es la típica mujer que se encoña y se pega como una lapa. Es una mujer inteligente y perversa. Es masoquista, sí, pero lo que más disfruta y persigue es la satisfacción de llevar al dominante más allá de sus límites, eso es lo que de verdad la pone.»
Marcos asiente.
Dices: «me percaté de ello, sí.»
Marcos se pone de pie cogiendo ambos vasos y se dirige al mueble bar para servir otro par de tragos.
Unos minutos después, Marcos regresa y le da uno de los vasos a Orestes.
Orestes da dos tragos seguidos.
Dices: «¿cómo es que esta tía dio contigo? No parece tu tipo.»
Orestes inspira profundo.
Orestes dice con acento cretense, «La vi hace unos años en un evento en Barcelona. Estaba iniciándose y era… o es, tan apetecible. Caí en la tentación de ilustrarla, ya sabes cuánto me pone moldearlas.»
Marcos da un trago al vaso y sigue escuchando en silencio.
Orestes aprieta los dientes con fuerza, cerrando los ojos.
Orestes dice con acento cretense, «Hice un contrato corto con ella y menos mal que fue así… Sin embargo…»
Marcos alza una ceja mientras espera que Orestes continúe.
Orestes da otro trago al vaso y lo deja en la mesita.
Orestes dice con acento cretense, «seis meses después conoció a un tio y lo trajo conmigo para que lo indujese en el mundillo. Un macho extraordinario, si me permites decirlo. dominante por naturaleza, creativo y dispuesto a experimentar… demasiado dispuesto.»
Marcos empezaba a armar el rompecabezas en su mente, encajando las piezas.
Marcos deja su vaso en la mesita y apoya el tobillo derecho sobre la rodilla izquierda, atento.
Orestes dice con acento cretense, «lo convenció de hacer un contrato extenso… le advertí que era muy pronto para él, pero estaba ávido de aprender y por supuesto, encoñado y obsesionado con ella.»
Dices: «¿Y qué pasó? Porque dijo que su amo había roto el contrato antes del término… entiendo que no se refiere a ti.»
Orestes niega con la cabeza, terminándose el trago.
Orestes dice con acento cretense, «Vino una noche… no sé ni como llegó aquí. Tardó día y medio en recuperarse de esa sesión. me dijo que no sabía qué hacer; ella no le dejaba respirar, no cumplía con los acuerdos, pasaba por alto las normas. le sugerí que rompiese el contrato y le ayudé, claro. Estuvo hecho mierda mucho tiempo.»
Dices: «Comprendo… el tio, también es problemático?»
Orestes niega con la cabeza, reafirmando con un gesto de la mano.
Orestes dice con acento cretense, «en absoluto. Como te dije, es un macho extraordinario. No solo por su creatividad en el BDSM. Como persona es alguien de bien. Solo tuvo la mala fortuna de iniciarse con alguien que tiene una visión muy alejada y distorsionada. Lo he tenido aquí, compartiendo sesiones y jamás he tenido una sola queja de nadie.»
Marcos alza ambas cejas, sorprendido.
Orestes hace un gesto de asentimiento.
Orestes dice con acento cretense, «es un tio legal, además de un espectáculo. No asiste mucho, hace más de un año que no lo he visto. Con esto del conflicto…»
Dices: «¿Es militar?»
Orestes niega.
Dices: «¿Agente de IPS, de IPSAS?»
Orestes sonríe, socarrón.
Marcos entrecierra los ojos.
Orestes dice con acento cretense, «Es médico…»
Marcos alza ambas cejas.
La puerta de la biblioteca se abre.
Orestes se pone de pie, Marcos le imita.
Marlene se acerca a ambos hombres.
Orestes la besa en los labios.
Orestes dice con acento cretense, «Está lista la cena?»
Marlene asiente.
Marcos mira a la mujer, fijándose en su expresión corporal.
Orestes mira a Marcos por el rabillo del ojo.
Orestes apoya las palmas en los hombros de Marlene.
Orestes le susurra.
Los pezones de la mujer se endurecen, marcándose tras la delicada blusa de seda que lleva puesta.
Orestes se aparta y sonríe.
Marlene alza la mirada.
Marcos le sostiene la mirada.
Marlene se humedece el labio inferior con la lengua cerrando los ojos un instante.
Orestes la gira y la encamina hacia la puerta, ofreciendo a Marcos la oportunidad de entretenerse con aquellas caderas y aquel culo firme que se movía con una cadencia singular.
Marlene sale en dirección al comedor, pero Orestes se detiene en la jamba de la puerta.
Marcos camina hacia el hombre.
Orestes sonríe al fijarse en el bulto entre las piernas de su amigo.
Orestes dice con acento cretense, «me regocija que sigamos compartiendo ciertos gustos, amigo mío.»
Marcos sale por la puerta en dirección al comedor.
Orestes cierra la puerta tras de sí.
Orestes alcanza a Marcos.
Orestes habla con tono persuasivo.
Orestes dice con acento cretense, «Te quedarás para el postre, verdad? Además, quiero mostrarte mi nueva adquisición, te va a gustar.»
Marcos se detiene.
Dices: «No preguntes lo que ya sabes, macho.»
Orestes se ríe con ganas.
Orestes dice con acento cretense, «Venga, cenemos… Ya tendremos más tiempo para seguir jugando.»
Dices: «Hoy no puedo quedarme toda la noche.»
Orestes le apoya una mano en el hombro.
Orestes dice con acento cretense, «entonces aprovechemos el tiempo… hay que celebrar este encuentro como se debe.»
Marcos asiente y se adelanta hacia el comedor.
Orestes se queda observando al hombre, imaginando la clase de reencuentro que tendrán.