Nueva escena de rol: Visita fugaz

Punto de vista: Humberto.

Comunidad de Madrid; Plaza de Castilla.
Te encuentras en una gran plaza situada al norte de la ciudad, en el distrito de Chamartín. Está atravesada por el tramo final del Paseo de la Castellana, Y constituye el centro neurálgico del barrio de Castilla.
Ves obelisco de Calatrava y Monumento a Calvo Sotelo aquí.
Un taxi acaba de llegar.
Humberto baja del taxi.
Oyes sirenas cerca de aquí.
El taxi se marcha.
Humberto observa el edificio del hospital y suspira.
Humberto entra en el hospital.
Comunidad de Madrid; hospital Universitario La Paz.
Te encuentras en un centro hospitalario de titularidad pública, situado en el distrito de Fuencarral El pardo. Está administrado por el Servicio madrileño de salud y es uno de los principales hospitales de referencia. También es centro de referencia nacional e internacional en varias áreas específicas de elevado nivel de desarrollo científico y tecnológico.

La aglomeración en este lugar te impide identificar a personas concretas.
Varias personas caminan de un lado a otro mientras otras esperan en la sala de espera.
Celadores van y vienen.
Humberto camina en dirección al despacho de servicios sociales.
Un par de personas esperan sentadas junto a la puerta para ser atendidas.
Humberto golpea la puerta con suavidad.
Desde el interior se escucha una voz femenina que hace que Humberto aguarde frente a la puerta.
La puerta del despacho se abre.
Mayra dice: «Buenos días.»
Humberto mira a la mujer que aparece en la puerta.
Dices con acento melillense, «fui citado el día de hoy… soy el doctor Ferrer. Imagino que tendrá que ver con uno de mis tutelados de la IDO.»
Mayra lo observa con detenimiento y asiente.
Mayra dice: «Pase, doctor y tome asiento.»
Humberto hace un gesto de cabeza y pasa al despacho tras la mujer.
Comunidad de Madrid; Hospital Universitario La Paz; Servicios sociales.
al entrar puedes observar dos escritorios separados entre sí por un archivador. sobre cada escritorio se ve una pantalla de ordenador, un teléfono, un calendario y carpetas con muchos papeles. A la derecha ves una mesa redonda con cuatro sillas. Tras la mesa, pegado a la pared, un pequeño mueble rectangular en cuya superficie ves una cafetera y varios botes junto a tazas de café, vasos plásticos y removedores. A la izquierda un ventanal permite ver parte de la Plaza de Castilla. En la esquina una mesa cuadrada da soporte a una impresora y un escáner.
Humberto da una mirada de reconocimiento y observa como la mujer rodea su escritorio y se sienta.
Humberto separa una silla frente a la mujer y se sienta, adoptando una postura algo rígida.
Mayra lo observa y luego baja la mirada la cuál enfoca en una carpeta.
Mayra abre la carpeta y pasa algunos papeles, luego mueve el ratón y teclea con rapidez.
Humberto no pierde de vista a la mujer.
Mayra dice: «se acaba usted de trasladar al piso de la IDO de Plaza España, es así?»
Humberto asiente.
Mayra lo mira a los ojos.
Humberto le sostiene la mirada.
Mayra dice: «tiene usted algo que comentar respecto de lo ocurrido con su tutelado?»
Humberto se aclara la voz.
Mayra lo mira con atención.
Dices con acento melillense, «Lo único que puedo decir es que mi tutelado tiene un historial de problemas de conducta. como habrá podido ver en su expediente, no es su primer intento. Es una persona difícil con un temperamento muy inestable.»
Mayra no le ha quitado la mirada de encima.
Humberto se mantiene firme en su posición.
Mayra dice: «Y a sabiendas de esto, no tomó usted las precauciones necesarias para evitar otro intento de fuga?»
Dices con acento melillense, «cumplo con mi trabajo de la mejor manera posible, señorita…»
Humberto hace una pausa significativa esperando que la mujer se presente, pero Mayra no dice nada.
Humberto respira despacio para controlar su impaciencia.
Mayra dice: «Puede explicar de alguna forma cómo es que su tutelado tenía múltiples heridas cortantes en las plantas de los pies?»
Humberto mira a la mujer.
Mayra le sostiene la mirada.
Mayra dice, «y bien?»
Dices con acento melillense, «solo puedo especular… pero supongo que se habrá quitado los zapatos al salir corriendo.»
Mayra hace un gesto de cabeza y fija la mirada en uno de los papeles.
Mayra vuelve a teclear con rapidez y pulsa en el botón guardar haciendo clic con el ratón.
Mayra dice: «¿Algún suceso, motivo, cualquier cosa que haya podido impulsar a su tutelado a querer escapar por…»
Mayra mira el expediente y lueo alza la mirada fijándola en el rostro de Humberto.
Mayra dice: «por sexta vez en menos de tres años?»
Humberto permanece impasible ante la mujer.
Dices con acento melillense, «como ya le dije, Eloy tiene problemas de conducta y un temperamento inestable. Es probable que este traslado tan repentino le haya desequilibrado un poco.»
Mayra lo mira, pero Humberto no es capaz de descifrar su mirada.
Humberto carraspea.
Dices con acento melillense, «tiene usted información sobre el estado de Eloy?»
Un teléfono suena en este lugar.
Mayra levanta el auricular y se establece la comunicación.
Mayra dice por teléfono: «Servicios sociales, buenos días.»
Mayra alza la mirada y se fija en Humberto.
Mayra dice por teléfono: «Bien, sí, informaré a su tutor… De acuerdo, gracias por notificar.»
Mayra coloca el auricular en la base.
Mayra mira a Humberto.
Mayra dice: «Informan de la UCI que acaba de despertar. Aunque su estado sigue siendo delicado.»
Humberto asiente a la mujer y se levanta.
Dices con acento melillense, «si no tiene nada más que decir, iré a verle.»
Mayra dice: «por el momento, no. Ya le avisaré si necesito cualquier otra información por su parte.»
Humberto asiente y abre la puerta del despacho.
Mayra lo sigue observando con detenimiento.
Humberto sale del despacho.
Mayra se fija en la cojera que el hombre intenta disimular y sonríe para sí.
Humberto cierra la puerta tras de sí.
Comunidad de Madrid; hospital Universitario La Paz.
Te encuentras en un centro hospitalario de titularidad pública, situado en el distrito de Fuencarral El pardo. Está administrado por el Servicio madrileño de salud y es uno de los principales hospitales de referencia. También es centro de referencia nacional e internacional en varias áreas específicas de elevado nivel de desarrollo científico y tecnológico.

La aglomeración en este lugar te impide identificar a personas concretas.

Humberto camina hacia los ascensores procurando disimular la tensión que le ha generado la entrevista con la trabajadora social.
Humberto pulsa el botón del ascensor.
El ascensor del hospital universitario La paz se pone en movimiento.
Humberto aprieta los dientes con fuerza.
El ascensor llega y abre sus puertas.
Varias personas salen del ascensor.
Humberto entra en el ascensor con otras personas y pulsa el botón de la planta donde está la UCI.
El ascensor llega y abre sus puertas.
Humberto sale del ascensor.
Humberto camina por el pasillo hacia la UCI:
Humberto llega y una enfermera sale desde la unidad de cuidados intensivos.
Humberto ve a la enfermera.
La enfermera frena en seco.
La enfermera ve a Humberto, inquisitiva.
Dices con acento melillense, «soy el doctor Ferrer, tutor del paciente Eloy Martínez. Fue ingresado el jueves. me acaban de informar que despertó; he venido a verlo.»
El tono seco y autoritario de Humberto hace que la enfermera se crispe.
La enfermera frunce el cejo.
La enfermera dice: «espere aquí, hablaré con el médico de guardia a ver si le autoriza a verlo.»
La enfermera ingresa en la unidad.
Humberto va maquinando el correctivo que aplicará a Eloy una vez que lo tenga de vuelta en el piso.
Un médico sale de la unidad y se dirige a Humberto.
Humberto ve al médico con altivez.
El médico dice: «tiene cinco minutos para verle, todavía su estado es delicado. La peor parte ha pasado, pero le llevará un tiempo recuperarse del politraumatismo.»
Dices con acento melillense, «soy médico, comprendo las implicaciones y las medidas. solo quiero que sepa que estoy pendiente de él, que no está solo.»
El médico ve a Humberto y asiente, haciéndole señas para que le siga.
Humberto entra tras el médico.
Algunos minutos después…
comunidad de Madrid; Hospital Universitario La Paz; UCI.
Es un espacio aséptico dividido en varios boxes a los cuales se accede separando una cortina que no llega a rozar el suelo. A la derecha ves la isla de enfermeras, donde además se ubica el puesto de control y monitoreo de constantes. Junto a la isla observas las puertas de un par de despachos y una pequeña pero cómoda habitación de descanso para el personal sanitario que está de guardia.
Humberto se ha vestido con el pijama sanitario, el gorro, el tapabocas y las botas desechables.
El Médic o guía a Humberto hacia el box de Eloy.
Kiara camina junto a una enfermera en dirección a la isla.
El médico hace un gesto a Kiara y sigue hacia el box.
Kiara asiente y mira de reojo a Humberto, luego sigue andando hacia la isla.
El médico separa la cortina.
El médico dice: «cinco minutos…»
Humberto asiente y entra al box.
El médico suelta la cortina y se dirige hacia la isla.
En el box…
Eloy yace sobre la cama, lleva varios aparatos conectados al cuerpo.
El ruido del monitor cardíaco suena de forma regular y constante.
Eloy parpadea ante la luz blanca del techo.
Eloy hace una mueca de dolor al intentar moverse.
Humberto se acerca hasta el borde lateral de la cama.
Las fosas nasales de Eloy se abren y cierran.
El monitor comienza a sonar con más rapidez.
Humberto pasa la yema de los dedos por el antebrazo de Eloy en una caricia que este reconoce.
Eloy parpadea con rapidez, se ve tenso.
El monitor cardíaco parece volverse loco.
Humberto entra en el campo de visión de Eloy un instante.
El rostro de eloy pasa de mostrar repulsión al más intenso terror.
Humberto sonríe malicioso.
El personal sanitario ingresa en el box forzándo a Humberto a salir.
Humberto sale del box y se topa con el médico y con Kiara.
El médico hace un gesto a Kiara y entra en el box con rapidez.
Humberto mira a Kiara, esta se gira y regresa a la isla.
Humberto se dirige hacia la zona intermedia, se quita el pijama sanitario, el gorro, el tapaboca y las botas desechables y sale de la unidad.
Humberto va caminando rumbo al ascensor cuando su móvil comienza a sonar.

Llamada entrante de Mirna

Descuelgas la llamada y se establece la comunicación.

Mirna te dice por teléfono: «Humberto Ferrer?»
Humberto dice por teléfono: «con el habla.»
Mirna te dice por teléfono: «Le llamo respecto de su denuncia.»
Humberto dice por teléfono: «Sí, debo notificar que mi tutelado ha aparecido en el HULP, acabo de verlo, así que puede anular la denuncia.»
Mirna te dice por teléfono: «bien, en ese caso, procederemos a anular su denuncia y la próxima vez, asegúrese de cumplir el tiempo de espera requerido en estos casos, no estamos paraperder el tiempo, caballero.»
Mirna te dice por teléfono: «Tenga buen día.»
Mirna ha colgado.
Humberto va a replicar pero la agente ya ha colgado.
Las puertas del ascensor se abren.
Humberto sube al ascensor, conteniendo el enfado.
Humberto toma nota mental de otro ítem en la larga lista de cosas que piensa cobrarle a Eloy.