Nueva Escena de Rol: Estás Buscando Que Te Castigue, Nena

Punto de vista: Fabián.

Fabián Observa a Aymara dormir mientras recuerda lo ocurrido el día anterior.

rinault migane
Fabián introduce la llave en el cilindro de encendido, la gira y arranca el motor, luego pulsa en el panel y activa el GPS.
Aymara se ajusta el cinturón y acomoda su pequeño bolso sobre sus muslos.
Fabián coloca las instrucciones al GPs.
Fabián mira de reojo a Aymara.
Dices: «sigues nerviosa, cielo?»
Aymara gira el rostro hacia Fabián.
Aymara dice con acento venezolano, «si te refieres a si sigo preocupada, sí. Orestes me parece un hombre impresionante y me siento agradecida porque me acepte, pero ese otro hombre no sé, hay algo en él que me despierta las alarmas.»
Fabián conduce rumbo a la torre.
Mirando por los cristales puedes ver:
Comunidad de Madrid; Calle de Goya.
Ves rinault migane aquí.
Salidas Visibles: oeste.

Comunidad de Madrid; Plaza de Colón.
Salidas Visibles: norte, sur, sureste, este, y calle-de-genova.
Fabián va conduciendo mirando através del parabrisas y los retrovisores, mientras avanza por la calle.
Fabián mira de reojo a Aymara.
Dices: «yo qué quieres que te diga?» »
Aymara le extiende la mano hasta rozar su antebrazo.
Aymara dice con acento venezolano, «por mi parte no tienes de qué preocuparte, mi atención y mi interés está muy claro, Fabián.»
Fabián roza sus dedos con suavidad aprovechando el semáforo en rojo.
Fabián suspira profundo.
Murmuras: «has llamado su atención, fue evidente y el tio ni se molestó en ocultarlo.»
Aymara se acomoda en el asiento para alcanzar el brazo de Fabián.
Aymara le da un suave apretón.
Comunidad de Madrid; Calle de Serrano.
Salidas Visibles: norte, sur, museo, casa, iglesia, este, joyeria, hospital, isde, y centro.
Fabián va conduciendo mirando através del parabrisas y los retrovisores, mientras avanza por la calle.
Fabián se detiene en un semáforo cuando la luz se pone en rojo.
Dices: «apartando lo de este hombre, me gustaría saber si querrás venir conmigo la próxima vez.»
Aymara guarda silencio un instante.
Aymara dice con acento venezolano, «tengo que buscar ropa y accesorios apropiados, pero sí, sí que me gustaría acompañarte.»
Fabián sonríe y pisa el acelerador con suavidad.

Comunidad de Madrid; Plaza de la Independencia.
Salidas Visibles: norte, oeste, este, sur, sureste, y club.
Fabián va conduciendo mirando através del parabrisas y los retrovisores, mientras avanza por la calle.
Dices: «bueno, creo que tengo la solución para eso.»
el rostro de Aymara muestra sierto interés.
Aymara dice con acento venezolano, «cómo piensas solucionarlo?»
Fabián gira y reduce un poco la velocidad al ver que algunas personas se disponen a cruzar.
Fabián cambia de velocidad y arranca el coche.

Comunidad de Madrid; Tramo inicial de la Calle de Alcalá.
Salidas Visibles: este, oeste, y sede-iq.
Fabián va conduciendo mirando através del parabrisas y los retrovisores, mientras avanza por la calle.
Dices: «Puedo hablar con Marlene, o incluso con Ivy. son muy buenas personas y pueden encargarse de este asunto por ti, cielo.»
Aymara frunce el cejo.
Aymara dice con acento venezolano, «no sé, Fabi… no me gusta depender de otras personas para algo que me resulta tan… íntimo por así decirlo.»
Fabián mira la vía sin saber cómo abordar el asunto.

Comunidad de Madrid; puerta del sol
Salidas Visibles: correos, calle-mayor, norte, este, calle-de-carretas, abajo, carrera-san-jeronimo, calle-espoz-y-mina, plaza-de-pontejos, calle-del-arenal, noroeste, y calle-montera.
Fabián va conduciendo mirando através del parabrisas y los retrovisores, mientras avanza por la calle.
Dices: «Aymi, cariño… sabes que mientras menos te expongas, menos posibilidad hay…»
Aymara resopla, fastidiada.
Aymara dice con acento venezolano, «si ya eso lo sé… pero no quiere decir que me guste tener que permanecer escondida, como si mi vida fuese algo censurable, Fabi… me molesta y no puedo evitarlo.»
Aymara se muerde el labio inferior.
Aymara cierra los ojos, frustrada.
Aymara dice con acento venezolano, «no es justo que tenga que vivir con miedo a que esa gente me lleve no sé a donde, Fabi… no es justo.»
Aymara reprime unas lágrimas.
Fabián se muerde el labio.

Comunidad de Madrid; Calle de preciados.
Salidas Visibles: sur, norte, tienda-dr-flower, tienda-viable-products, tienda-repetible, peluqueria-precio-pelao, tienda-home-disposition, hotel, tienda-beer-satisfaction, tienda-cnx, tienda-cropbrand, tienda-electroid, zapateria, tienda-primordial, oeste, tienda-land-market, y fruteria.
Fabián va conduciendo mirando através del parabrisas y los retrovisores, mientras avanza por la calle.
Fabián mira a Aymara y le acaricia los labios con el pulgar.
Murmuras: «lo siento, cariño, ya quisiera que no fuese así. me jode un montón que tengas que pasar por todo esto, pero lo prefiero a correr el riesgo de que te alejen de mí.»
Aymara se serena un poco.
Aymara dice con acento venezolano, «lo sé… en todo caso, deja que sea yo quien hable con marlene, sí? A menos que quieras incluir este tipo de cosas en el contrato.»
Fabián reduce la velocidad y se detiene en un paso de cebra.
Fabián mira a Aymara un instante.
Dices: «nuestro contrato solo se relaciona con prácticas sexuales, cariño. No pretendo violar ni tu independencia, ni tu poder de decisión… tienes que tener eso claro.»
Aymara dirige su rostro hacia Fabián.
Aymara dice con acento venezolano, «aquí no se trata de si yo lo tengo claro, se trata de si tú lo tienes claro y si puedes con ello, Fabián… Y sabes bien por qué te lo digo.»

Comunidad de Madrid; Plaza del Callao.
Salidas Visibles: sureste, este, gran-via, palacio, cine, y abajo.
Fabián va conduciendo mirando através del parabrisas y los retrovisores, mientras avanza por la calle.
Fabián suspira mientras sigue conduciendo.
Dices: «reconozco que he sido sobreprotector y puede que la línea entre eso y ser dominante se pueda difuminar, pero no es mi intención anularte, cielo. quiero tu sumisión y tu placer en la cama, pero no quiero que seas mi esclava ni anular tu voluntad… No soy así de invasivo.»
Fabián acelera un poco al tomar hacia la gran vía.

Comunidad de Madrid; Gran Vía: Tercer Tramo.
Salidas Visibles: plaza-santa-maria, norte, y plaza-del-callao.
Fabián va conduciendo mirando através del parabrisas y los retrovisores, mientras avanza por la calle.
Dices: «tienes como hablar con Marlene, no voy a intervenir en ello si así lo prefieres.»
Aymara le acaricia por encima de la manga de la camisa.
Aymara murmura con acento venezolano, «gracias… ya te contaré si logro algo con marlene.»
Fabián asiente y sigue conduciendo hasta plaza de España.

Comunidad de Madrid; Plaza de España.
Salidas Visibles: sur, norte, abajo, torre, edificio, casa-gallardo, cuesta-san-vicente, calle-de-leganitos, calle-ferraz, cafeteria, martin-de-los-heros, y juan-alvarez-mendizabal.
Fabián va conduciendo mirando através del parabrisas y los retrovisores, mientras avanza por la calle.
Fabián reduce poco a poco la velocidad al aproximarse a su destino.
Fabián mira por el parabrisas y los espejos retrovisores alternativamente mientras maniobra con el volante hasta que se estaciona.
Fabián gira la llave apagando el motor, luego extrae la llave del cilindro de encendido y se desabrocha el cinturón soltando la hebilla del anclaje.
Fabián desbloquea los seguros y abre la puerta del vehículo.
Aymara se desabrocha el cinturón y abre la puerta.
Aymara y Fabián bajan del coche.
Comunidad de Madrid; Plaza de España.
Ves Un monumento a Miguel de Cervantes, Saet Leon, Saet Reacondicionado, Aedi A3, un coche de la marca KOA, Un coche de color negro con las siglas E.O, saet reacondicionado, Rinault Migane, un coche de la marca Koa, saet reacondicionado, Rinault Migane, Saet Reacondicionado, un vehículo blindado, saet reacondicionado, vehículo policial p2, coche eléctrico Sundoor, Aedi B4 Gasolina, Rinault Migane, Saet aAhueca, Saet reacondicionado, saet reacondicionado, un coche aedi a3, saet reacondicionado y rinault migane aquí.
Te encuentras con Aymara.

Fabián cierra la puerta, activa la alarma del coche y los seguros de las puertas se bloquean.
Aymara espera a Fabián junto al coche.
Fabián se acerca a la chica y le toma de la mano.
Ambos caminan con rapidez, huyendo un poco del frío que comienza a ascender.
Comunidad de Madrid; Torre de Madrid.
Ves un tablón de anuncios y el ascensor de la torre de madrid aquí.
Fabián se acerca junto a Aymara y pulsa el botón del ascensor.
el ascensor de la torre de madrid ya está aquí.
La pareja sube al ascensor.
entras en el ascensor de la torre de madrid.
el ascensor de la torre de madrid
Fabián pulsa el botón de su planta.
El ascensor cierra las puertas y se pone en marcha.

Fabián se acerca a Aymara y le come la boca en un beso apasionado.

Fabián se separa y le pasa la lengua por los labios.
Aymara inspira profundo.
Dices: «tengo una sorpresa para ti, nena.»
Aymara alza las cejas.
Aymara dice con acento venezolano, «Y eso?»
Fabián le da un toque en la punta de la nariz y sonríe.
Dices: «Ya verás… no falta mucho.»
el ascensor de la torre de madrid para en La planta número 8 y las puertas se abren.
sales del elevador.
Aymara sale del ascensor.
La planta número 8
Ves Un pisito confortable, Un piso acogedor, Un confortable piso de estilo nórdico, Casa de Gorca, y el ascensor de la torre de madrid aquí.
el ascensor de la torre de madrid cierra las puertas y se pone en movimiento.
el ascensor de la torre de madrid acava de pararse en La planta número 3.
el ascensor de la torre de madrid acava de pararse en Torre de Madrid..

Fabián mete la llave en la cerradura, la gira y abre la puerta.
Fabián y Aymara entran.
Entras en la casa.
Un confortable piso de estilo nórdico
Es un piso funcional y minimalista, caracterizado por el estilo nórdico de su decoración. Cuenta con tres habitaciones, baño para invitados, sala comedor, cocina y una cómoda terraza desde la cuál se ve parte de la ciudad. Las paredes alternan colores neutros con alguno que otro complemento de colores vivos,lo que da el toque perfecto al ambiente. El suelo está revestido de madera de Haya incrementando la sensación de calidez y confort. La pared acristalada que separa el salón de la terraza, brinda la iluminación perfecta a todo el espacio.

Fabián empuja la puerta y la cierra, luego gira el pestillo.
Aymara se suelta y se adelanta, quitándose el abrigo y descolgándose el bolso.
Fabián se quita el abrigo y sigue a Aymara hasta el salón.
Aymara deja su abrigo en el sofá y va a sacar su móvil del bolso.
Fabián se acerca a Aymara, la coge de la mano y tira de ella hacia sí.
Aymara choca contra el cuerpo de Fabián y ríe.
Aymara dice con acento venezolano, «qué pasa, deja que avise que hemos llegado, no tardo.»
Fabián le quita el móvil y lo tira en el sofá.
Dices: «ya avisamos luego, ahora ven conmigo.»»
Fabián la rodea con los brazos y vuelve a besarla con avidez.
Aymara se separa jadeante.
Aymara murmura con acento venezolano, «está bien, pero por qué tan ansioso, no me puedes adelantar algo?»
Fabián va a negar con la cabeza pero se detiene.
Murmuras: «no, tienes que verlo ahora, nena.»
Aymara asiente con la cabeza.
Fabián la toma de la cintura y luego la alza en peso.
Aymara da un gritito y ríe.
Aymara dice con acento venezolano, «Fabi, pero qué haces?»
Fabián le besa en la sien y ríe bajito.
Dices: «nada especial, solo ahorro algo de tiempo, cielo.»
Aymara ríe y le rodea el cuello con un brazo.
Fabián se dirige a la habitación matrimonial.
Fabián abre la puerta y la empuja con el pie.
Fabián entra con Aymara en brazos y la deposita con delicadeza sobre el suelo.

Una habitación matrimonial.
Es la habitación más amplia. Al entrar observas una cama tamaño queen, con el cabezal de madera y hierro forjado con un intrincado diseño. El piso de madera de haya contrasta con el ébano del resto del mobiliario. A cada lado de la cama observas las mesitas de luz con sus respectivas lámparas, las cuales van a juego con el estilo del dormitorio. Al lado izquierdo junto a la ventana, encuentras una cómoda con un espejo de medio cuerpo sobre la cual ves un pequeño joyero y un cuenco con popurrí. A la derecha, un armario empotrado antecede a la puerta del baño en el cual encuentras un labavo, un bidé y una bañera con puertas acristaladas.
Aymara inspira profundo.
Fabián observa a la chica en todo momento.
Aymara da algunos pasos adentrándose en la habitación.
Fabián cierra la puerta de la habitación.
Aymara se gira y se queda muy quieta.
Aymara dice con acento venezolano, «huele diferente, qué has hecho?»
Fabián sonríe aunque Aymara no lo puede ver.
Dices: «pues tú dime, a ver si pillas la sorpresa.»
Aymara se vuelve y comienza a explorar.
Fabián se queda apoyado en la puerta, observándola con atención.
Aymara se mueve con elegancia y delicadeza.
Los tacones de aguja repiquetean contra la superficie de madera.
Aymara sonríe al darse cuenta de que la alfombra ya no está.
Fabián sigue observándola.
Aymara se dirige hacia donde estaba ubicada la cama anteriormente y no la encuentra.
Fabián la observa, listo por si tuviese que ayudarla de alguna forma.
Aymara frunce el cejo un instante y luego su expresión cambia a sorpresa.
Fabián la sigue mirando, complacido.
Aymara se gira sobre su propio eje y da varios pasos hasta que se topa con el borde del colchón.
Aymara se inclina y roza la lencería de la cama y sonríe ampliamente.
Aymara se gira y extiende sus brazos, su rostro muestra alegría y satisfacción.
Fabián se acerca y la abraza, estrechándola entre sus brazos.
Fabián se fija en el rostro de la chica, lleno de lágrimas de emoción.
Fabián le besa el rostro mientras le sujeta por la cintura y la levanta.
Aymara se aferra a él rodeándole la cintura con sus piernas.
Aymara le devuelve los besos mientras le habla, emocionada.
Aymara murmura con acento venezolano, «lo has cambiado todo, verdad? lo has puesto a mi gusto… eres el mejor, cariño.»
Dices: «Te gusta?»
Aymara habla entre besos.
Aymara dice con acento venezolano, «me encanta.»
Aymara busca su boca para besarlo.
Fabián va a su encuentro y la besa con avidez.
Aymara gime mientras siente que el deseo se enciende con intensidad.
Aymara mete sus dedos en el pelo de Fabián.
Fabián se acerca hasta la cama y se inclina procurando tumbarse con Aymara sin dejar caer todo su peso sobre ella.
Aymara siente el aroma a rosas y peonías con más intensidad.
Aymara cierra los ojos y extiende una mano.
La cama está cubierta de pétalos de flores.
Fabián le besa los labios y el rostro con lentitud.
Aymara busca el rostro de Fabián con ambas manos, rozándole con la yema de los dedos desde la frente hasta el mentón.
Fabián cierra los ojos mientras siente el tacto de Aymara.
Aymara siente como la excitación de Fabián va en aumento y se excita más en respuesta a la erección que se frota contra su pubis.
Aymara gime flojito, mientras pronuncia el nombre de Fabián, suplicante.
Fabián le habla muy bajo al oído.
Susurras: «tenerte en abstinencia tiene un propósito, sabes cuál es, nena?»
Fabián le mordisquea el lóbulo de la oreja.
Aymara se muerde el labio inferior, imágenes vienen a su mente mientras Fabián le describe lo que puede llegar a hacerle.
Fabián le besa el mentón, mientras desliza sus manos por el cuerpo de Aymara.
Aymara se estremece, jadeando.
Aymara murmura con acento venezolano, «Fabi…Fabi…»
Fabián la besa, mordisqueando sus labios con mucha lentitud.
Fabián la observa y se relame los labios.
Fabián se levanta despacio.
Aymara abre la boca pero Fabián la interrumpe.
Dices: «ahora las reglas ya están claras, nena… no voy a ser benevolente si las rompes esta vez.»
Aymara se muerde el labio.
Dices: «vas a correrte solo cuando yo te lo diga y usarás la palabra de seguridad si no puedes resistir, ¿lo has entendido?».
Fabián se aleja un poco de la cama sin dejar de ver a Aymara.
Fabián se quita los gemelos de la camisa y los deja sobre la cómoda.
Aymara respira profundo varias veces intentando relajarse sin conseguirlo del todo por tantos días de abstinencia bajo estímulos constantes.
Fabián comienza a quitarse la camisa despacio, mientras observa a Aymara a través del espejo de la cómoda.
Aymara se ve tensa, con las manos a cada lado de su cuerpo intentando distraerse con los pétalos.
Fabián se termina de quitar la ropa quedando en calzoncillos.
Fabián se acerca a Aymara y se cierne sobre ella, comenzando a desvestirla, despacio.
Aymara se estremece y se le eriza la piel.
Fabián deja a Aymara en ropa interior.
Fabián va besando la piel de Aymara con muchísima más lentitud.

Disclaimer

La escena que se describe a continuación puede no ser apta para menores de edad o personas sensibles debido a su contenido sexual explícito.

Fabián retira el sujetador de Aymara dejando sus pechos a la vista.
Aymara gime al sentir los dedos de Fabián jugando con sus pezones.
Dices: «shhhh, nena.»
Aymara se muerde el labio inferior.
Aymara intenta respirar despacio yprofundo
Fabián comienza a lamer los pechos de Aymara, rozando sus pezones con lentitud, alternando con succiones muy sutiles.
Aymara se arquea por las sensaciones.
Fabián la empuja con la mano haciendo que su espalda vuelva a apoyarse en el colchón.
Murmuras: «estás buscando que te castigue, nena.»
Aymara cierra los ojos y niega con la cabeza reprimiendo los gemidos que luchan por escapársele cada vez que Fabián lame y succiona de esa forma sus pezones.
Fabián desciende una de sus manos para jugar con las bragas de Aymara.
Aymara levanta las caderas por instinto.
Fabián alza la cabeza.
Murmuras: «no voy a repetírtelo, nena. Como intentes tomar el control de nuevo, te castigaré.»
Aymara deja escapar un jadeo al sentir como Fabián mete un dedo alzando la elástica de sus bragas.
Fabián comienza de nuevo el juego entre lamidas y succiones sobre los pezones de Aymara.
Aymara se lleva un dedo y se lo muerde con fuerza para reprimir las ganas de gemir.
Fabián detiene un dedo muy cerca del clítoris de Aymara rozando sus labios vaginales de arriba a abajo mientras sigue lamiendo y succionando con parsimonia sus pezones.
Aymara se estremece.
Fabián sigue jugando con su dedo sin rozar el clítoris de Aymara y levanta la cara para verla.
La chica yace con los ojos cerrados, la boca entreabierta y las mejillas algo sonrosadas.
Fabián vuelve a su labor una vez más.
Aymara se aferra al cubrecama con fuerza, apretando los pétalos entre sus manos.
Fabián se separa un poco, soplando con sutileza sobre sus pechos.
La piel de la chica se eriza.
Fabián sigue jugueteando con los labios vaginales de Aymara, que ahora están mucho más resbaladizos.
Murmuras: «Estás tan mojada, nena… um, qué delicia.»
Aymara pierde el control y hace un movimiento de cadera buscando el contacto que anhela.
Fabián se queda muy quieto.
Aymara respira cada vez de forma más acelerada.
Fabián se levanta y alza a la chica desde las axilas, dejándola sobre varios almohadones.
Aymara tiembla de espectación.
Fabián abre un cajón de la mesita de luz izquierda y saca dos cuerdas que finalizan en sendos amarres de terciopelo.
Fabián ata las cuerdas a cada extremo del cabezal, usando el enrejado de hierro forjado para colocarlos con seguridad.
Fabián coge cada una de las muñecas de Aymara y las ata de tal forma que la chica no pueda sacar las manos.
Los brazos de Aymara están extendidos hacia arriba, formando una v pero sin que se genere tensión sobre sus hombros.
Fabián se fija en los pechos de Aymara que ahora han quedado mucho más expuestos con los pezones erguidos casi al máximo.
Fabián la observa y siente que la polla se le contrae.
Murmuras: «eres una chica mala, nena… verás ahora lo que te espera.»
Aymara se relame los labios.
Fabián abre de nuevo el cajón y saca unas cadenas que terminan en pequeños chupones de silicona.
Fabián pellizca los pezones dando un pequeño tirón.
Aymara jadea.
Fabián coloca los chupones en cada pezón, tirando un poco de la zincha para ajustar la presión.
Aymara gime y se estremece.
Aymara murmura con acento venezolano, «por favor.. cariño…no…»
Fabián habla con tono autoritario.
Dices: «si sigues por allí atente a las consecuencias, Aymara… sabes bien lo que has de hacer hoy.»
Aymara se tensa, intentando aguantar el deseo de correrse.
Fabián la observa y su lujuria se incrementa.
Fabián activa el pequeño interruptor y los pezones de Aymara comienzan a recibir estimulación directa.
Aymara gime y se retuerce, sintiendo que la vagina se le contrae.
Aymara se arquea, intentando cerrar las piernas.
Fabián se coloca de rodillas sobre el colchón, impidiéndo que pueda hacerlo.
Aymara se estremece una vez más, tirando de las cuerdas que le sujetan las muñecas.
Fabián le quita las bragas.
Aymara tiene el coño brillante y sonrosado. Los labios vaginales se ven algo turgentes y el clítoris asoma levemente en la parte superior de la vulva.
Fabián se relame y se aprieta por encima del calzoncillo en la base del miembro.
Fabián se inclina y pasa la lengua por las ingles de Aymara.
Aymara intenta reprimir un gemido pero no lo consigue, tampoco logra controlar el deseo y sube las caderas apoyándo los pies sobre el colchón buscando que la lengua de Fabián le roce el clítoris.
Fabián muerde con suavidad una de las ingles de Aymara y observa como la vagina se le contrae y su cuerpo se tensa.
Fabián sopla un aliento cálido sobre el clítoris de la chica.
Aymara gime tirando de las cuerdas al arquearse.
Fabián se yergue observando el rostro de Aymara.
Aymara sigue tensa, arqueada y con los ojos cerrados respirando por la nariz con los dientes apretados para no gemir.
Aymara evita juntar las rodillas, sabe que cualquier movimiento en falso la hará correrse y no podrá evitarlo.
Fabián baja de la cama y se acerca a la mesita; abre el cajón y extrae un par de esferas de 29 mm y 34 g, unidas entre sí por un delgado cordón y con otro cordón algo más largo al extremo.
Fabián vuelve a la cama y deja las esferas sobre el cubrecama.
Fabián mira a Aymara con intensidad, baja la mirada y nota que el calzoncillo comienza a humedecérsele un poco.
Aymara siente que el colchón se hunde y contiene la respiración.
Fabián apoya sus manos sobre las rodillas de Aymara y le separa las piernas con delicadeza.
Dices: «abre los ojos, nena.»
El tono de Fabián es lo bastante autoritario como para que Aymara obedezca.
Fabián la observa mientras desciende sus ojos a través de todo su cuerpo.
Fabián se aprieta un poco en la base del pene.
Dices: «tienes muchas ganas de correrte, verdad, nena?»
Aymara asiente con la cabeza.
Dices: «pero no vas a hacerlo hasta que yo te lo ordene, verdad que no, cielo?»
Aymara siente otra contracción involuntaria de su vagina y se arquea.
Dices: «usarás la palabra cuando ya no resistas, verdad, cielo?»
Aymara a duras penas asiente.
Fabián se cierne sobre ella y detiene la vibración de los chupones, pero tira un poco más de la zincha, aumentando la presión.
Aymara siente un hormigueo y unas pequeñas punzadas en los pezones; gime sin poder reprimirse.
Fabián vuelve a su posición y se fija que los labios vaginales y el clítoris de Aymara se ven más brillantes.
Fabián roza los labios menores sin llegar a introducir su dedo.
Aymara gime de nuevo con más intensidad.
Dices: «shhhh, nena o tendré que castigarte un poco más.»
Aymara jadea ante el contacto de Fabián sin poder evitarlo .
Fabián coge las esferas y las frota contra los labios mayores de Aymara sin rozar su clítoris.
Aymara se arquea en respuesta.
Aymara suplica de forma ininteligible.
Fabián se cierne sobre la chica emmpujándola contra el colchón usando la mano izquierda, mientras con la derecha comienza a introducir las esferas.
Aymara gime, Fabián la besa atrapando el gemido en su boca, mientras introduce las esferas dejando el cordón de extracción fuera.
Fabián retira los chupones y lame delicadamente los pezones de Aymara.
Aymara comienza a retorcerse y su control se quiebra.
Aymara susurra con acento venezolano, «serendipia…serendipia…»
Murmuras: «buena chica… córrete, cielo, córrete para mí.»
Aymara gime sin control mientras Fabián sigue lamiendo y succionando sus pezones y sacando con mucha lentitud las esferas, provocando que las sensaciones del orgasmo se intensifiquen.
Fabián extrae las esferas y desciende besando la piel de Aymara hasta que se detiene en su clítoris y con delicadeza le pasa la lengua, mientras introduce el dedo medio y alcanza el punto que busca estimular.
Aymara abre los ojos, arqueándose desconcertada al sentir que una oleada de excitación remonta en su interior.
Fabián sigue lamiendo y succionando con delicadeza el clítoris de la chica, mientras presiona hacia adelante con su dedo y aumenta la intensidad con un ritmo progresivo.
Aymara gime y jadea tirando con fuerza de las cuerdas.
Los ruidos que Fabián genera entre las piernas de Aymara con su lengua, se unen a sus gemidos.
Aymara siente como otro orgasmo explota en su interior
Fabián se deja llevar por la lujuria y se corre mientras sigue saboreando el orgasmo de Aymara.
Aymara se estremece y tiembla al sentir como Fabián besa su clítoris casi con reverencia.
Fabián se yergue relamiéndose, sin dejar de ver a Aymara.
Aymara jadea, respirando de forma entrecortada.
Fabián se mueve con rapidez para desatarle las muñecas.
Aymara tiene las mejillas arreboladas y los ojos vidriosos, llenos de lágrimas.
Fabián se tumba a su lado y se acerca a ella, abrazándola desde atrás por la cintura, pegándola a su torso.
Aymara busca su contacto.
Fabián la besa y le acaricia con suma delicadeza, atrapando sus temblores y estremecimientos, adoptando una posición de cucharita para acurrucarla mejor.
Fabián le susurra al oído con voz ronca.
Susurras: «Te quiero, cielo.»
Aymara habla con la voz aún entrecortada.
Aymara susurra con acento venezolano, «y yo a ti, amor.»
Fabián y Aymara yacen acurrucados muy juntos mientras se acarician y charlan de cómo se sintieron esta vez y lo que les gustaría vivir y experimentar la siguiente vez.