Nueva Escena de Rol: La Cautiva Parte 10

Punto de vista: Auxita

Gerardo se sincera con Auxita y van por Aurora.
Comunidad de Madrid; Centro comercial ‘Road Stop’.
Auxita sale de una tienda tras haber comprado un par de calzados. Cuando de pronto, le suena el móvil.
Llamada entrante de Gerardo
Auxita se fija en la pantalla, notando que el número no le resulta conocido. Se pone a un lado del centro comercial y contesta.
Auxita dice por teléfono, «hola?»
Gerardo dice por teléfono, «hola Auxi, soy Gerardo. Cómo estás?»
Auxita sonríe al escucharlo, además de sorprenderse un poco
Auxita dice por teléfono, «todo bien, y vos? Me sorprende tu llamada, realmente.»
Gerardo dice por teléfono, «me imaginaba que así sería. pero sí, es con vos con quien quisiera hablar sobre un temita…será posible que podamos vernos en algún momento?»
Auxita piensa antes de responder.
Auxita dice por teléfono, «no sé qué tal estarás de tiempo ahora? Yo estoy saliendo de hacer una compra y tengo libre»
Gerardo dice por teléfono, «sí, yo también tengo unos minutos antes de empezar a trabajar. Te parece si nos vemos en el centro comercial? Deduzco que andás por ahí si saliste de compras.»
Auxita dice por teléfono, «es verdad, estoy ahí. Te espero en la cafetería que tienen, sí? Merendamos y charlamos de lo que quieras.»
Gerardo dice por teléfono, «espectacular, te veo en un par de minutos y desde ya, gracias»
Auxita dice por teléfono, «de nada, es un gusto. Nos vemos.»
Auxita cuelga la llamada y guarda el móvil en el bolso, luego se dirige a la salida del centro comercial para buscar su coche.
Comunidad de Madrid; Calle de Alcalá.
Ves Rinault Migane, Nisan Rashqai, un SUV Xoaomi modelo Rodmi de color azul medianoche, y coche eléctrico Sundoor de color verde aquí.
Hace un día tranquilo.
abres coche eléctrico Sundoor
Auxita desbloquea el vehículo y abre una de las puertas, metiendo la bolsa con los calzados dentro del coche.
Auxita vuelve a cerrar el vehículo y entra de nuevo al centro comercial
Cierras coche eléctrico Sundoor
Comunidad de Madrid; Centro comercial ‘Road Stop’.
Auxita se dirige a la cafetería para esperar por Gerardo
Comunidad de Madrid; Cafetería ‘El encuentro’
Pasados unos minutos, Gerardo ingresa a la cafetería buscando a Auxita al mirar hacia todos lados.
Auxita lo reconoce y se levanta de su lugar, sonriéndole ampliamente.
Gerardo le devuelve la sonrisa y se acerca.
Gerardo dice: «hola Auxita, qué gusto volver a verte.»
escuchas música a lo lejos
Dices: «eey! Hola! Vení, vamos a ubicarnos»
Gerardo asiente y se acerca más a la mesa, tomando asiento frente a la chica.
Auxita lo mira
Dices: «antes que nada dejame pedir algo para la merienda, es que…»
Murmuras: «muero de hambre.»
Auxita se parte de risa
Gerardo sonríe
Gerardo dice: «no te preocupes»
Dices: «qué pido para vos?»
Gerardo mira hacia la barra un momento, mirando a Auxita enseguida.
Gerardo dice: «ese batido de mandarina estaría bien, para el café no da mucho el clima me parece.»
Auxita sonríe y asiente, en acuerdo.
Dices: «dale, voy por ellos, yo también le voy a meter uno de esos y una trenza, sorry por la convinación, vos que sos tan fit y yo…bueno»
Gerardo sonríe
Murmuras: «si Auro me viera me mataría con la mirada.»
Auxita le guiña un ojo
Gerardo no puede evitar suspirar al escuchar el nombre de Aurora, mientras asiente y devuelve sutilmente el guiño.
Gerardo murmura: «pero tranqui, que conmigo no pasa nada»
Auxita asiente y va hasta la barra a realizar los pedidos a una camarera
Gerardo la espera pacientemente.
Auxita regresa tras un tiempo con una bandeja donde están ambos batidos y 2 trenzas de chocolate.
Gerardo se levanta y la ayuda a ubicar la bandeja sobre la mesa delicadamente.
Dices: «gracias, siempre tan atento.»
Gerardo dice: «eso no se me va quitar nunca.»
Gerardo se sienta de nuevo.
Auxita se sienta.
Gerardo dice: «qué raro que no lo traigan ellos, verdad?»
Dices: «sí pero bueno, es su sistema.»
Auxita sonríe
Gerardo devuelve la sonrisa y asiente.
Auxita acerca el batido de plátano y una de las trenzas hasta ella.
Dices: «con tu permiso…ahí pedí una para vos, por si quieras.»
Auxita señala la otra trenza
Gerardo dice: «no era necesario, perdé cuidado. Muchas gracias.»
Auxita asiente y sorve el batido, disfrutando el sabor.
Gerardo también da un sorvo a su batido y tras suspirar levemente, mira a Auxita.
Auxita se lleva la trenza a los labios y la saborea lentamente mientras le sostiene la mirada al hombre.
Gerardo dice: «bueno, espero no incomodarte con lo que te voy a decir, pero necesito hablar con alguien sobre esto y no conozco a nadie más que vos en Madrid. Además, no es que tenga ganas de contarlo a otra persona»
Auxita deja su merienda a un lado y presta todavía mayor atención ante las palabras de Gerardo.
Dices: «no te preocupes, no incomodás para nada. Y si puedo ayudarte en algo, lo voy a hacer con mucho gusto.»
Gerardo dice: «bueno…es que estoy un poco dolido, sabes?»
Dices: «sí? Y el motivo cual sería?»
Auxita sorve algo más de batido sin dejar de mirar a Gerardo.
Gerardo adquiere un gesto algo melancólico en el rostro.
Gerardo dice: «el motivo tiene nombre, apellido, y una belleza descomunal. Se llama…Aurora Ríos.»
Auxita no puede evitar abrir mucho los ojos, pero intenta recomponerse rápidamente.
Gerardo sorve algo más de batido
Dices: «uy? Me dejás perpleja…qué pasa con ella, Gerard?»
Gerardo dice: «pasa algo muy sencillo, pero a la vez difícil por como es ella. Auxita, estoy enamorado de tu hermana, me gusta demasiado.»
Dices: «um…ahora entiendo por qué decís que es difícil. pero ya se lo contaste?»
Auxita come algo más de la trenza mientras sigue atenta.
Gerardo dice: «ni loco, a penas estuve tratando con ella este último tiempo…no sé qué le pasa, pero anda demasiado a la defensiva y de hecho se lo dije. Difícilmente le diría esto, probablemente me dejaría de hablar. Y por eso mismo estoy dolido, porque forzosamente tengo que ocultar mis sentimientos por miedo a que ella se enoje»
Auxita baja la mirada a penas un poco y suspira.
Gerardo dice: «me duele pensar que no se lo podré decir, que no podría corresponderme…sería tan genial para mí vivir la vida a su lado»
Auxita lo vuelve a mirar, comprensiva.
Dices: «ya veo…mirá, ella pasó por muchas cosas y no es por justificarle…pero lastimosamente a medida que va pasando la vida, ella todo lo que viene viviendo lo utiliza para encerrarse más en su coraza, en vez de sacar lo positivo de cada cosa o ver como hacer para no sentirse como se siente.»
Gerardo dice: «así parece…qué no daría yo, Auxi, por liberarla de ese resentimiento, por mostrarle que la vida no es tan mierda como ella se empecina en ver…que puede vivir cosas maravillosas si tan solo se deja querer un poco.»
Auxita termina la primera trenza rápidamente y mira la otra.
Dices: «seguro que no querés esta? Yo no la voy a desperdiciar, te cuento.»
Auxita se ríe levemente.
Gerardo sonríe cordialmente y niega.
Auxita asiente y comienza a comer la segunda trenza.
Gerardo dice: «vos sabrías alguna forma de acercarme más a ella? Porque me siento mal y no sé hasta cuándo me pueda callar esto…intento tomar valor para poder contarle lo que siento, y que pase lo que tenga que pasar. pero tengo miedo»
Gerardo mira a Auxita con esperanza reflejada en los ojos.
Auxita piensa
Dices: «yo sé poco de su vida sentimental, ni idea como habrá superado las relaciones que tuvo…sobre todo con Matías, que creo fue la más fuerte. Solo puedo decirte que lo único que podés hacer es como decís, tomar valor y contarle, asumir el riesgo. Siendo directo, sin protocolos, sin romance, porque no es su estilo»
Auxita termina de comer la trenza y se limpia las manos y la boca con servilletas de papel.
Gerardo sorve algo de batido y asiente.
Gerardo dice: «eso ya lo tengo claro aunque tiendo a ser un romántico…pero soy capaz de adaptarme a ella y sus formas porque en serio le quiero, Auxita. No ahora, sino desde antes; creeme que cuando pasó lo de mi hermano yo me enojé mucho con él, en su momento le dije sus verdades»
Auxita termina el batido y deja todo a un lado de la mesa.
Gerardo dice: «cuando ella desapareció a mí me costó mucho asumirlo, pero sabía que tenía que dejar que se tranquilizara. Lo extraño es que pasó el tiempo, y a pesar de que no le veía, mi cariño siguió intacto como hasta ahora.»
Dices: «no soy quien para decirlo…pero así es el amor a veces. Y teniendo en cuenta que ese sentimiento está dirigido a una persona como mi querida hermana…me atrevería a decir que eso es genuinno de tu parte, es un amor auténtico.»
Gerardo termina el batido
Gerardo dice: «sí, es auténtico en verdad. Incluso te cuento que cuando me enteré que vino a España perdí toda esperanza, cuando volvió a paraguay la recuperé, pero no me animé a buscarle aunque moría por hacerlo»
Dices: «solo te puedo decir que hiciste bien en no buscarla en nuestra vuelta, mamá estaba muy enferma y ella andaba por demás alterada»
Gerardo dice: «entiendo…entonces, te parece que tengo que animarme y decirle? Y si me deja de hablar?»
Auxita vuelve a pensar.
Dices: «esa decisión queda a criterio tuyo, Gerard, pero para mí es la única alternativa. Muchas veces, bajo el riesgo está la ganancia»
Gerardo asiente, también muy pensativo.
Dices: «de por ahí quien sabe…tenés la forma de llegar a su corazón y lograr esa vida juntos que tanto querés. Eso sí, con ella tenés que ir lento, cauteloso, y en lo posible aceptando siempre lo que ella quiera.»
Gerardo dice: «sí, eso entendí las veces que logré que saliera conmigo desde que vine a Madrid. Ahora hace varias semanas que no le hablo, le envié un mensaje luego de nuestra última salida pero no me contestó…y no quise ser pesado. Le prometí que la dejaría en paz, y así lo hice. Espero que ahora esté mejor; viven juntas, no?»
Dices: «sí, pero hace una semana se fue a Barcelona, ella trabaja ahí como instructora y no volvió, de hecho me dijo que no lo haría y si bien no le dije nada, me di cuenta que estaba realmente incómoda»
Gerardo golpea levemente la mesa, en un gesto de molestia.
Gerardo dice: «mierda, es por mi culpa…capaz en serio no quiere verme más, y aunque me cueste, le entiendo.»
Auxita le ofrece una mano en señal de tranquilidad.
Gerardo le toma la mano entrecerrando los ojos.
Dices: «tranquilo, se trata de Aurora, una persona de por sí compleja. Y eso que es mi hermana, pero ya te digo yo, es difícil de tratar cuando se pone en un plan así. No te culpes ni te atormentes tanto»
Gerardo dice: !claro, es de entender.»
Gerardo le suelta la mano a Auxita y mira hacia un punto cualquiera, como abstraído.
Auxita piensa y se le ilumina el rostro
Dices: «es más, sabés qué? Si me permitís puedo ayudarte a asumir el riesgo…pero tenés que animarte y mentalizarte de que esto puede salir tanto bien como mal.»
Gerardo vuelve la vista con renovado interés hacia la chica.
Gerardo dice: «me decís en serio, Auxita? No quisiera embarrarte en algo de lo que yo solo debería ser responsable…no me perdonaría que también se enoje contigo»
Auxita le guiña un ojo, cómplice.
Dices: «claro que sí, te digo en serio. Y no te preocupes, creo que soy la única persona que sabe como desenojarle, por mucho que no comparta algunos gustos de ella, así que tranqui que no sería la primera vez.»
Gerardo se ve algo más relajado.
Gerardo dice: «bueno, si vos decís…luego me vas a enseñar la fórmula si por ahí sale mal, verdad?»
Dices: «no sé si funcione igual en tu caso, pero puede ser»
Ambos sonríen.
Gerardo dice: «pero bueno, como me podés ayudar?»
Dices: «simple, te llevo a Barcelona y te le declarás así, sin que se lo espere. Te parece?»
Gerardo se sorprende un poco ante el planteamiento, luego piensa.
Gerardo dice: «uuh, se podría? Bueno…»
Dices: «vos pensalo y me decís, pero te adelanto, a Aurora no le gustan los hombres inseguros, eh?»
Auxita ríe
Gerardo asiente, un tanto serio.
Gerardo dice: «sí, tenés razón. No hay nada que pensar, es jugársela…todo sea por ella»
Auxita asiente satisfecha.
Dices: «claaro, igual te doy el tiempo que precises, cuando te decidas podés contar conmigo»
Gerardo dice: «estoy decidido, voy al todo o nada por esa piedrita en forma de mujer…sé que puedo encontrar en ella un gran diamante, de hecho para mí vale más que eso»
Dices: «bieeeen, esa es la actitud! Salimos en estos días por la mañana temprano, te parece? Así tengo tiempo de gestionar cositas en mi trabajo»
Gerardo dice: «puedo ir yo solo, imagino que voy a llegar. No hace falta que te molestes»
Auxita vuelve a sonreír, entusiasmada.
Dices: «no es molestia, además quiero verle la cara cuando lleguemos…y quiero saber como vas a terminar después»
Ambos se rieron, llegando a un acuerdo. Pagaron sus cuentas y salieron de la cafetería con el plan listo para ser ejecutado. Pasaron unos días y emprendieron el viaje, Auxita se notaba entusiasmada y Gerardo, si bien estaba contento por volver a ver a su amada, no podía evitar mostrar ciertos rasgos de nerviosismo, los cuales Auxita intentaba relajar de modo a que cuando llegaran, el encuentro se diera de forma natural y las cosas pudieran salir bien.