Nueva escena de rol: No hay nada que la música no alivie

Punto de vista: Samuel

Edificio de viviendas
Samuel va saliendo de su vivienda y se topa con Yordi en el pasillo
Yordi lo mira, Samuel parece distraído
Yordi dice: «Qué tal estás, Samuel?»
Samuel se espabila
Dices con acento venezolano, «Cómo está usted, Yordi?»
Yordi dice: «Yo bien, pero… tú parece que algo te come la cabeza, eh?»
Samuel suspira
Yordi le pone una mano en el hombro
Yordi dice: «venga hombre, comparte eso que te tiene tan ocupada la mente, los problemas pesan menos si se comparten.»
Samuel lo mira
Dices con acento venezolano, «bueno… no es exactamente un problema, es solo que… le ha pasado alguna vez que…»
Yordi dice: «sí?»
Dices con acento catalán, «que siente que algunas cosas se estancan y le gustaría que no fuese así, pero dentro necesita un cambio? que las cosas vuelvan a fluir?»
Yordi lo mira y asiente
Yordi dice: «te sientes estancado aquí, supongo. Las cosas están cambiando pero van muy lento.»
Samuel suspira
Dices con acento venezolano, «Eso por una parte, pero en realidad me refiero más a mi… relación, por así decirle con Saioa…»
Yordi lo mira, comprensivo
Yordi dice: «Lo dejaron? Hace bastante no os veo juntos»
Samuel niega
Dices con acento venezolano, «No, pero creo que deberíamos…»
Yordi lo mira sorprendido
Yordi dice: «quieres dejarla?»
Samuel suspira
Samuel lo mira muy serio
Dices con acento venezolano, «Hace mucho que yo creo llegamos a un punto muerto… es una chica preciosa y le tengo cariño, pero siento que no vamos a ningún lado»
Yordi silba
Samuel respira
Dices con acento catalán, «la verdad, yo siento que quizá como amigos estaríamos mejor… aunque soy muy joven, yo siempre he creído que las cosas no se pueden forzar. Uno puede tener paciencia, pero también hay que saber cuando la mejor opción es un cambio; en este momento, yo ya no siento lo mismo por ella que en un principio»
Yordi asiente, comprensivo
Yordi dice: «si eso es lo que sientes, lo mejor es que hables con ella. Es buena chica, seguro entenderá»
Dices con acento venezolano, «solo espero conseguir las palabras apropiadas para hacerme entender… Lo que menos quiero es que ella lo pase mal o que piense que no le tengo cariño»
Yordi le palmea la espalda
Yordi dice: «seguro lo consigues, solo deja que hable lo que llevas dentro y verás… Además vosotros sois muy jóvenes, el amor puede ir y venir»
Samuel asiente
La puerta de la vivienda de Monse se abre…
Monse sonríe al verlos
Monse dice: «pero si estais aquí…»
Yordi se acerca y besa a su mujer apasionadamente
Monse se ruboriza
Monse dice: «no te da pena con Sam?»
Yordi niega
Samuel los ve y sonríe
Yordi se gira
Yordi dice: «a ti te da pena vernos, chaval?»
Samuel niega
Yordi mira a su mujer
Yordi dice: «lo ves? Además, por qué ocultar lo que sentimos? Ya sabes lo que pasa con lo que se queda por dentro y no se dice ni se muestra…»
Monse se carcajea
Monse dice: «sí, cielo…se pudre y le salen gusanitos»
Yordi ríe
Yordi dice: «pues eso…»
Monse dice: «Hala, cariño… que te toca hoy entretener a los peques un rato»
Yordi mira de reojo a Samuel
Yordi dice: «venga, anímate… mira mi espejo, soy víctima de esta mala mujer…»
Monse le da una palmada en el brazo, Yordi se ríe y la abraza
Monse dice: «vamos, deja ya tanta cosa…»
Samuel sonríe
Monse se despide con la mano mientras va empujando a su marido al interior de su vivienda
La puerta de la vivienda de Monse se cierra…
Samuel sale del edificio
Aldea Esperanza
Samuel saluda a los soldados y abandona la aldea, explica que irá a por ropa más abrigada, a darse una vuelta y a trabajar
Samuel abandona la aldea
Comunidad de Madrid; Una carretera desértica
Samuel coge su móvil
Abres la aplicación ‘TaxiMan’ y pides un taxi.
El taxi llegará en 1 minutos.
Ves un taxi acercarse.
Samuel abre la puerta, sube al taxi y cierra la puerta
Un taxi
Samuel indica al taxista hacia donde va
El taxista asiente
El taxi se pone en marcha.
El taxi se detiene al llegar a su destino.
Samuel ve el taxímetro
Samuel saca su cartera y le paga al taxista
Samuel se guarda la cartera en el bolsillo del pantalón
Samuel se despide del taxista, abre la puerta y baja del taxi
Comunidad de Madrid; Calle de preciados.
Samuel cierra la puerta
Ves Un taxi aquí.
El taxi se marcha.
Samuel realiza algunas compras y luego camina por la ciudad un rato terminando en el centro comercial
Comunidad de Madrid; Centro comercial ‘Road Stop’.
Samuel se pasea por el centro comercial y ve una tienda de ropa con ofertas
Samuel entra en la tienda
Comunidad de Madrid; Sección de ropa.
Samuel coge una camisa de franela, se la prueba y luego va a pagarla en la caja
Samuel aprovecha para cambiarse de ropa, comienza a acusar mucho el frío
La cajera le sonríe
Samuel le sonríe de vuelta
La cajera y la vendedora cuchichean al verle salir
La vendedora susurra a la cajera: «le viste los ojos, es guapísimo»
La cajera asiente
Samuel sale de la tienda
Comunidad de Madrid; Centro comercial ‘Road Stop’.
Samuel va hacia la sección de comida, inicia un turno para repartir pizzas.
Una hora después…
Comunidad de Madrid; Centro comercial ‘Road Stop’.
Samuel ve la cafetería y se acerca, le gusta la decoración y el ambiente
Samuel piensa: esta tiene que ser la que dicen los chicos, donde los batidos son buenísimos
Samuel entra en la cafetería
Comunidad de Madrid; Cafetería ‘El encuentro’
Es un local amplio con vistas a la plaza, con mesas redondas y sillas metálicas con asiento de tejido acolchado. En la barra pueden observarse los productos de bollería que se ofrecen. La decoración es moderna y acogedora. Este lugar es famoso por sus batidos.
Abigail entra en la cafetería y se sienta en una mesa cercana a la barra
Un camarero se le acerca
Un camarero dice: «buenas tardes, lista para ordenar?»
Abigail lo mira y piensa: que guapo que eres, chiquillo
Abigail dice: «me puedes recomendar algo? o traerme la carta para ver que teneis aquí?»
El camarero sonríe y asiente
El camarero se aleja hacia la barra, regresa a los pocos minutos
El camarero le da la carta, Abigail la lee
Menú de la cafetería El encuentro:
Un batido de mora
Un batido de mandarina
Un batido de plátano
Un café con leche
Un café cortado
Un café irlandes
Una trenza de chocolate
Un delicioso cruasan
Abigail pide un batido de mandarina
El camarero apunta el pedido y le sonríe a la chica
El camarero se aleja
escuchas unas explosiones en la lejanía.
Samuel se acerca a la barra y le pregunta al encargado si le autoriza a tocar un rato para las personas que están allí
El encargado frunce el ceño, pero al final acepta
El encargado dice: «pero si armas follón vas fuera, eh?»
Samuel asiente
El camarero lleva el batido a Abigail
Abigail dice: «gracias, guapo.»
Abigail coge la pajita, rompe el papel envoltorio y la deja caer en el vaso, va sorbiendo de a poco, saboreando con deleite
Samuel se acerca a una mesa ubicada en diagonal al ventanal y saca su guitarra
Samuel afina su guitarra y rasga las cuerdas varias veces
Abigail lo ve llegar y lo mira con curiosidad
Samuel
Joven de unos 18 años, posee contextura atlética, con músculos bien definidos. Su rostro varonil parece cincelado por miguelángel. Sus ojos ambarinos ofrecen una mirada profunda y detallista de todo lo que le rodea. Lleva el cabello largo hasta los hombros, que ata en una coleta. Su aspecto es el de un trovador, un románttico empedernido que ve la belleza en los detalles más pequeños de la vida. Su sonrisa le ilumina las facciones y te invita a sonreír aunque no quieras.
lleva en el cuello un colgante marrón de hombre realizado en madera.
Lleva puesta una cómoda camisa de franela de cuadros rojos y negros marca Ruta Interior.
Lleva puestos unos vaqueros azul oscuro marca Energía Positiva.
Calza unos zapatos negros de vestir para hombre.
Abigail suspira
Abigail piensa: el camarero es guapo, pero este chiquillo es guapísimo
Abigail piensa que parece que estuviera un poco triste
Abigail se levanta con el vaso de batido en la mano.
Abigail se le acerca.
Abigail dice: «Hola, mi nombre es Abigail; oye, complaces peticiones? o tienes un repertorio específico»
Samuel alza la mirada, la chica le sonríe
Samuel sonríe por reflejo
Samuel se fija en la chica.
Abigail
Es una joven esbelta de piel blanca y hermosos ojos cobalto. Su abundante melena de largos rizos color chocolate va en sintonía con su carácter. Viste con colores vivos y su sonrisa cautiva sin proponérselo.
Lleva puesto un suave jersey de angora color burdeos marca Ruta Interior.
Lleva puestos unos vaqueros azul oscuro marca Energía Positiva.
Calza unos botines marrón oscuro de la marca Bar, con cremallera lateral y vuelta de angorina.
Dices con acento venezolano, «pues, podría complacer peticiones, tú pide y a ver si me la sé.»
Abigail asiente.
Abigail dice: «conoces a Brock ansiolítico?»
Samuel asiente
Abigail dice: «Te sabes In)diferentes?»
Samuel piensa un momento y de pronto comienza a tocar la intro de la canción.
Abigail murmura: «sí, esa»
Abigail sonríe
Samuel comienza a tocar y cantar una versión acústica de la canción
Tú eres el sosiego, yo pura inquietud.
Un alud de nieve que entierra tu fuego.
Yo soy la pupila que no ve la luz.
Y tú eres el braille para amores ciegos.
Tú la euforia de mis vaivenes de noria.
Yo la fobia de la altura de tus lunas.
Tú la mano que acaricia de memoria.
Yo la historia de una espalda con lagunas.
Tú la estrella que me señala la cumbre.
Yo la huella que resbala por costumbre.
Tú eres la certeza que se cumple
Yo tu principio de incertidumbre….
Tú la barca que navega coincidencias.
Y yo el ancla que se estanca en un destino.
Tú el molino que se mueve por inercia
Yo la sombra de una vuelta en el camino.
Por más veces que la noche se nos parta.
No pienso apartar el alba para salvar una estela.
Porque sé que en el futuro te hará falta
Una luz que brille alta cuando mi oscuridad duela porque
Abigail se une y canta con Samuel el estribillo
En tu boca siempre nace una rosa
y en la mía siempre muere una risa.
En tu lengua solo se habla de prosa
Y en la mía solo se habla de prisa..
Somos…indiferentes.
Como si buscaras en el agua clara caras transparentes.
Nadando por seguirnos la corriente.
Ahogando los momentos en “me mientes”
En tu cielo cae la lluvia indolora
Y en el mío siempre llora sumisa.
En tu vías pasa un tren cada hora.
Y en las mías solo pasa la brisa.
Somos…tan diferentes…
Que en mundos paralelos
seriamos gemelos de los mismos vientres.
Yo soy el presiento, tu el presente.
Yo siempre soy nunca y tu nunca eres para siempre.
Varias personas se van sentando en mesas cercanas
Samuel sonríe
Abigail le sonríe de vuelta
Samuel continúa cantando
Abigail vuelve a acompañarle en el estribillo
Samuel termina de interpretar la canción junto a Abigail, la gente aplaude y pide otra
Samuel mira a la chica
Dices con acento venezolano, «tienes una voz preciosa… eres cantante por casualidad?»
Abigail niega, dando un sorbo al batido con la pajita.
Abigail dice: «me gustan las artes en general, pero lo mío es la pintura y la escultura»
Dices con acento venezolano, «estupendo»
Samuel le sonríe, pero se ve que algo le preocupa un poquito.
Abigail lo mira a los ojos
Abigail dice: «cantamos alguna otra de Brock ansiolítico? Te animas? quizá así te liberes de lo que sea que te está fastidiando.»
Abigail le señala la frente y luego la zona del corazón.
Samuel suspira y asiente.
Dices con acento venezolano, «tienes razón, no hay nada que la música no alivie»
Samuel sonríe
Abigail asiente
Abigail dice: «vamos con Desde la primera puerta de Brock ansiolítico?»
Samuel comienza a tocar con la guitarra
Samuel y Abigail cantan juntos, alternando cada verso de las estrofas de la canción.
Que se apague el día si me mientes
y se prenda la noche si me sientes
aunque la tinta fue permanente
el tiempo a borrado el para siempre
Entiérrame el alma en tu saliva
y si la muerte cree en el karma nos regalará otra vida
las personas importantes son las que ven la caída
y aun así van por delante para evitarte la herida
Todos tenemos una caja de los miedos
y evitamos el yo puedo por temor a que se llene
La confianza no es poner la mano al fuego
es querer ponerla luego de que la primera aun queme
Una imagen valdrían mas que mil palabras
si el silencio no captara mas que la luz de las fotos
me importaría lo que todos opinaran
si sus paredes hablaran mejor que estos muros rotos
Solo la verdad se moja
cuando se alza la bandera roja
soy amigo del cuchillo que me arrojas
porque ambos nos herimos con el filo de una hoja
Es como acaba y no como empieza
fue lo que me dijo la razón
pero la intuición fue mi certeza
y acabé empezando esta canción
Abigail y Samuel unen sus voces en el estribillo
Desde el faro de las dudas…deslumbrando cada adiós
Desde las notas mas mudas… de un compás partido en dos
Desde una sonrisa suelta… en la boca mas veloz
Desde la primera puerta… sin el timbre de tu voz
Samuel arranca la segunda parte, Abigail le sigue
Abigail y Samuel vuelven a unir sus voces
Desde el faro de las dudas…deslumbrando cada adiós
Desde las notas mas mudas… de un compás partido en dos
Desde una sonrisa suelta… en la boca mas veloz
Desde la primera puerta… sin el timbre de tu voz
Los chicos terminan de cantar, la gente aplaude
Abigail dice: «oye, que estamos como para volvernos un duo y todo, ¿eh?»
Samuel sonríe y asiente
Dices con acento venezolano, «parece que sí… por cierto, me llamo Samuel; mucho gusto»
Samuel le tiende la mano a la chica
Abigail le extiende la mano
El camarero se acerca con dos batidos, uno de mora y otro de mandarina
El camarero dice: «por allá os brindan estos batidos, que los disfruteis, chicos»
Samuel y Abigail se beben los batidos y charlan un poco.
Abigail dice: «tú no eres de aquí, verdad? Ese acento, parece al de los isleños…pero…»
Samuel ríe
Dices con acento venezolano, «no, yo soy de Venezuela… vine a estudiar filología, pero estalló el conflicto y bueno, tampoco es que en mi país las cosas estén muy bien…»
Abigail asiente
Abigail dice: «y es por eso que esos ojitos felinos tienen nubecillas de tristeza? o es cosa del corazoncito»
Samuel suspira
Dices con acento venezolano, «creo que un poco de todo, pero mucho más lo segundo.»
Abigail lo observa
Abigail dice: «tu chica te dejó o algo así?»
Samuel niega
Abigail piensa: joder, que tienes chica, chiquillo… que penita.
Dices con acento venezolano, «no hemos hablado de eso, pero sí, creo que lo mejor sería dejarlo y ser amigos.»
Samuel suspira profundo
Abigail le coge la mano
Abigail dice: «pero eso por qué?»
Samuel la mira a los ojos, serio.
Dices con acento venezolano, «Pues… yo ya no me siento igual que antes con ella…quiero decir ya no siento lo mismo y, yo creo que en el fondo ella nunca ha sentido por mí lo que yo sentí por ella. Llegamos a un punto muerto y así, no tiene sentido seguir juntos.»
Abigail lo mira sorprendida, se lo habría hecho un chico más desenfadado e inmaduro.
Abigail dice: «bueno, pero no es fin de mundo… ánimo, mujeres hay muchísimas en la vida.»
Samuel asiente
Dices con acento venezolano, «sí, aquí en Madrid hay chicas muy bonitas, algunas son, incluso, preciosas.»
Abigail sonríe radiante.
Samuel corresponde a su sonrisa.
Samuel comienza a interpretar el intro de Mil Leguas de brock ansiolítico
Abigail sonríe
Ambos cantan juntos, anternando de cuando en cuando entre los versos de las estrofas
Al terminar los más jóvenes aplauden…
Samuel y Abigail ríen
A coro piden Eternidad, del mismo cantante…
Samuel comienza a puntear con la guitarra
Abigail comienza a cantar
Llena más una brisa que el viento.
Duele más el silencio que agravios.
Pesa más la conciencia que el tiempo,
Dicen más los besos que los labios.
Samuel canta
No culpo al que no ve poesía,
Le temo al que al verla no siente.
Prefiero una lágrima fría a cuencas vacías
que por callar llantos se mienten.
¿Y cómo sé que lo eterno es injuria?
si nadie otorga un minuto al reloj
¿y quién protege al paraguas de la lluvia? .
si nadie alumbra a la sombra del sol.
Abigail retoma y canta con sentimiento
Solo soy huesos y piel…
¿en qué sucio motel debe haber los manuales de Dios?
si la vida es tener que aprender a firmar un papel
que al nacer lleva escrito un adiós…
Samuel continúa y canta a media voz
Si quieres la flor por su tacto,
No ignores la espina ni el fruto.
Resumen amor en dos actos:
Vestirse de blanco y acabar de luto.
Y me venden un mundo global y al final lo normal
es contarle tu pena a la almohada.
que inventen una red social y que se haga viral,
volver a cruzar la mirada.
Abigail canta
Se escapó de la lámpara el genio,
Por el miedo que impuso el estado,
Y ahora lleva un negocio pequeño:
barrendero de un sueño oxidado.
Pero el fuego no puede ser hielo,
Ni el sexo tampoco un pecado.
La paloma solo entiende el cielo.
No el mensaje de paz de un soldado.
Samuel finaliza
El humano es aquel animal que habla de libertad
en una sociedad enjaulada.
Pensar en el bien y en el mal
es tratar de encontrar la moral
cuando está camuflada.
No se pueden ver lunas brillantes
Si no partes de la oscuridad.
Qué infinito se torna un instante.
Y qué efímera es la eternidad.
Varios en el sitio se miran, el local se ha quedado un momento en silencio, los rostros conmovidos de adultos y jóvenes tragan grueso…
Alguien de los presentes dice: «Oigan, no se saben ninguna de amistades peligrosas?»
Samuel comienza a tocar la melodía de Me haces tanto bien de amistades peligrosas
Abigail murmura: «vamos a darle algo de sazón, verás que divertido»
Samuel comienza a cantar la primera estrofa.
No tocar, peligro de muerte
Oh no tocar, las tibias y la calabera,
Hacen dudar, me hacen ir mas allá
verte correr, verte pedirme más
Abigail se le une en el estribillo, le canta con sensualidad y picardía
Y si volviera a nacer repetiría,
Y si volviera te daría mas calor
Me quemas con la punta de tus dedos
tus manos hacen llagas en mi piel
me abraso con tu lengua que es de fuego
la sangre hierve o no lo ves
que tu ya sabes que me tienes cuando quieras
ya sabes como soy
ya sabes que me entra la primera
ahora ya sale algo mejor
Samuel y Abigail van cantando, la gente se anima al verlos
Una hora después…
Abigail sale de la cafetería con Samuel
Abigail dice: «ya tienes mi contacto, a ver cuando te pasas de nuevo por aquí y nos echamos otra cantadita»
Samuel sonríe
dices con acento venezolano, sí, la verdad cantas muy bien, además, a la gente le encanta tu espontaneidad, estaban todos locos contigo ahí dentro, pensé que nos iban a echar»
Abigail sonríe
Abigail dice: «que va, si le llenamos el local, viste cuanta gente entró luego de que empezamos a cantar?»
Dices con acento venezolano, «sí, la verdad entró bastante gente.»
Abigail dice: «aquí necesitamos de esto, de poder esparcirnos y alegrarnos. Ya bastantes cosas tenemos cada quien en la vida para no intentar celebrar cada segundo como si fuese el último»
Dices con acento venezolano, «tienes toda la razón»
Abigail mira la hora en su reloj
Abigail dice: «bueno, me voy pitando que se me ha hecho un poquitín tarde»
abigail se le acerca, se pone de puntas y le da dos besos en las mejillas a Samuel
Abigail dice: «cuídate mucho, guapo. Nos vemos pronto, ¿sí?»
Abigail se marcha a buen paso
Samuel la ve marchar.
Samuel piensa
Murmuras con acento venezolano: «preciosa esta chica, sí señor.»
Samuel se cuelga su guitarra y sale del centro comercial
Comunidad de Madrid; Centro comercial ‘Road Stop’.
Comunidad de Madrid; Calle de Alcalá.
Caen chaparrones intermitentes en la ciudad.
Abres la aplicación ‘TaxiMan’ y pides un taxi.
El taxi llegará en 10 minutos.
Ves un taxi acercarse.
Samuel abre la puerta, sube al taxi y cierra tirando de ésta.
Un taxi
Samuel le da la dirección al taxista
El taxi se pone en marcha.
Durante el camino, Samuel piensa que Abigail tiene razón, hay que vivir y celebrar cada segundo de vida como si fuese el último.