Nueva escena de rol: Roscones y pastorcillos

Punto de vista: General

Después de comer con Jeanpaul y Walker, y haber visto a los cachorros, Aletheia está de regreso en la aldea.
Aletheia pasa por la intendencia y se asoma en el almacén.
Aitor, Yordi, Chema y otros refugiados están envolviendo los regalos.
Aletheia dice con acento catalán, «cómo os va con eso? Necesitais ayuda para algo?»
Yordi dice: «que va, mujer… si estamos hechos unos artistas… la que seguro sí necesita otro par de manos es la Monse.»
Aletheia mira el trabajo de todos y asiente.
Aletheia dice con acento catalán, «vale, entonces voy allá, nos vemos más tarde.»
Al salir del almacén, Aletheia se consigue con Samuel.
Aletheia dice con acento catalán, «Hola, Sam. Cómo te va? ayudando con los obsequios?»
Samuel asiente y sonríe, mostrando los cartoncillos con nombres de los niños.
Samuel dice con acento venezolano, «sí, hemos estado toda la tarde envolviendo los regalos, ahora toca identificarlos para no confundirlos.»
Aletheia asiente y le sonríe.
Samuel dice con acento venezolano, «usted… bueno, tú como estás?»
Aletheia vuelve a sonreír.
Aletheia dice con acento catalán, «mejorando, poco a poco pero mejor. gracias por preguntar, Sam.»
Samuel le sonríe.
Samuel dice con acento venezolano, «es una noticia buenísima, Aletheia.»
Aletheia dice con acento catalán, «gracias… bueno, te dejaré ahora, voy a ver donde necesitan manos para ayudar.»
Samuel asiente y sigue su camino hacia el almacén.
Aletheia va hacia las viviendas, se detiene frente a la puerta de Monse y observa el rebulicio.
Aletheia entra con cuidado, los niños van corriendo de un lado a otro, hay telas y todo tipo de cosas por todos lados.
Aletheia sonríe.
Aletheia dice con acento catalán, «alguien pidió a domicilio un par de manos extras?»
Franc oye la voz de su madre y sale corriendo.
Franc dice: «mamiii.»
Aletheia se sienta en un sillón que ve libre y deja las muletas de un lado.
Franc se sube en su regazo con cuidado y la besa.
Aletheia lo besa.
El niño comienza a contarle que será pastorcillo en el belén, igual que Arón, Itzae y Aurora, que la mamá del niño Jesús será Soraya y que el papá será Paulino.
Aletheia lo escucha con mucha atención.
Aletheia dice con acento catalán, «que bien, mi cielo… Y ya te han hecho tu disfraz?»
Franc niega.
Monse la escucha.
Monse dice: «en la próxima tanda nos haremos cargo de los pastorcillos, ahora estábamos con la vírgen y José.»
Aletheia asiente.
Aletheia mira a Monse.
Aletheia dice con acento catalán, tú dime en qué te colaboro y me pongo a ello.»
Monse niega.
Monse dice: «que no estás para estos trajines, Aletheia.»
Aletheia se enfurruña un poco.
Aletheia mira a Monse, esta le sostiene la mirada.
Aletheia dice con acento catalán, «no pensarás dejarme fuera solo mirando, no?»
En ese momento, Tina y Lola entran en tromba con las bolsas que tienen los ingredientes para los roscones.
Astrid entra más atrás, seguida por Azucena y Almudena.
Aletheia se pone de pie con cuidado y camina despacio hacia la cocina.
Aletheia dice con acento catalán, «Almudena, qué lindo verte aquí.»
Almudena sonríe.
Almudena dice: «vengo a coser, que se me da mejor que cocinar.»
Las mujeres en la cocina ríen.
Aletheia sonríe.
Aletheia dice con acento catalán, «pues creo que la zona de costura es aquella.»
Aletheia señala hacia el salón.
Aletheia murmura con acento catalán, «aunque ya va pareciendo zona de guerra y no de costura.»
Las mujeres vuelven a reír.
Yordi entra a toda velocidad, patina un poco con algo que hay en el piso del salón.
Yordi dice: «me cago en todos los muertos de…»
Monse lo mira con mala cara.
Monse dice: «Yordi, esas cosas delante de los niños…»
Almudena dice: «ostras, creo que como siga así la tarde, terminaré cosiendo algo más que disfraces.»
Yordi dice: «calla, mujer que te he oído y primero reencarna jesucristo a que tu me cosas; que te veo la intención en los ojos de hacerme zurcidos pero sin anestesia.»
Astrid murmura: «Jesús, este tio está como una cabra.»
Almudena finge seriedad.
Almudena dice: «verás cuando llegues allí al consultorio, te haré un bordado de aquellos…con colorines y cosas de esas.»
Yordi se le acerca y le pellizca los mofletes.
Almudena no resiste y se carcajea.
Yordi sonríe.
Yordi bebe agua a pico de la botella y sale de la cocina.
Yordi dice: «hala, me largo que lo que vosotras ya sabeis está listo, pero faltan los animalejos.»
Aletheia alza una ceja.
Aletheia mira a las mujeres, estas niegan con la cabeza.
Aletheia dice con acento catalán, «Yordi, cuáles animalejos?»
Yordi dice: «calma, no os pongais con los pelos de punta. Resulta que el Sam se ha ido con los otros chavales a la capital y compraron entre todos cosas para hacer los animalejos, la vaca, un buey y ovejas, creo que hay hasta un gallo.»
Aletheia lo mira, sorprendida.
Aletheia dice con acento catalán, «Anda, no sabía que Sam tuviera esas habilidades.»
Yordi niega.
Yordi dice : «Si no ha sido él; ha sido la chica que tiene ahora el Sam, que es artista o algo así y les ha hecho los animalejos; la verdad que le quedaron muy bien. Para ser que son de cartón y mentirijillas»
Astrid dice: «han tenido que hacer también los caballos.»
Yordi la mira.
Yordi dice: «Joder, Astrid, los camellos también, ¿no? si es que tú, hija…»
Astrid murmura: «qué? pero si quedaron tan chachis…»
Tina la mira y suspira.
Lola dice: «vamos a comenzar, que si no, no nos da tiempo de hacer los roscones, chicas.»
Yordi sale disparado.
Monse lo ve salir y sigue a lo suyo.
Aletheia mira a las mujeres en la cocina.
Aletheia dice con acento catalán, «no puedo ponerme a amasar, pero si quereis os explico como hacer un roscón que os quede delicioso y vosotras luego os dedicais a hacer los demás.»
Almudena dice: «pues abandono la zona de repostería y me voy a la guerra.»
Aletheia sonríe y la ve salir.
Almudena sale hacia el salón y se sienta con monse para colaborarle.
Aletheia se sienta y espera que las mujeres saquen todo de las bolsas.
Cuando ya tuvieron todos los ingredientes, aletheia empieza a explicarles
Aletheia dice con acento catalán, «Disolvemos el sobre de la levadura en un poco de leche templada, añadimos 150 gr. de harina y mezclamos bien hasta que consigamos hacer una bola de masa blanda»
Lola va siguiendo las instrucciones.
Aletheia dice con acento catalán, «Tapamos con un trapo de cocina y dejamos en un sitio templado, hasta que la masa madre crezca el doble de su volumen.»
Las demás proceden a hacer lo mismo, Aletheia les señala un buen sitio para que ubiquen sus masas con levadura.
Aletheia dice con acento catalán, «En un cuenco, ponemos el resto de la harina,hacemos un hueco en el interior de la harina y añadimos los 3 huevos, el azúcar, el resto de la leche, el agua de azahar y el limón rallado y una pizca de sal.»
Las mujeres van haciendo mientras aletheia va explicando.
Aletheia dice con acento catalán, «Amasamos hasta que consigamos una masa fina, añadimos la mantequilla y seguimos amasando.»
Aletheia dice con acento catalán, «como tenemos que esperar un poquillo a que la levadura leude, podemos ir preparando las otras cosillas para la merienda.
Las mujeres asienten y se ponen a ello.
Mucho rato después…
Lola mira la masa con levadura, las otras mujeres hacen lo mismo.
Lola mira a Aletheia.
Lola dice: «creo que esto ya está…»
Aletheia mira y asiente.
Aletheia dice con acento catalán, » Ahora, añadimos la “masa madre” y amasamos hasta que esté bien mezclada toda la masa.»
Aletheia señala como masa madre a la bola con levadura.
Aletheia dice con acento catalán, «Espolvoreamos con harina y dejamos reposar con un trapo de cocina en un sitio templado durante 2 horas y media como mínimo.»
Lola y las demás mujeres comienzan a amasar.
Aletheia las observa.
Aletheia dice con acento catalán, «ahora os explico la parte final que es sencilla, cuando haya pasado el tiempo pues podreis continuar, ¿vale?»
Lola y las demás asienten.
Aletheia dice con acento catalán, «Una vez que haya pasado éste tiempo, volvemos a amasar y ponemos sobre papel para hornear encima de la bandeja del horno, damos forma de rosca e introducimos el haba y las sorpresas envueltas en papel de aluminio.»
Aletheia con destreza hace los cuadritos de papel aluminio y va colocando lo que llevará cada roscón en la mesa, haciendo montoncitos.
Tina la observa hacer.
Tina dice: «joder, pero que habilidosa, yo ya me habría hecho un lío.»
Aletheia le sonríe.
Aletheia dice con acento catalán, «Prueba tú, verás que es muy sencillo.»
Tina se pone con ella, armando las sorpresas más despacio.
Aletheia dice con acento catalán, » Cuando ya terminemos de colocar las sorpresas, pintamos con un pincel mojado en huevo batido por encima de la masa, adornamos con las frutas escarchadas, espolvoreamos con almendra laminada y por último espolvoreamos con azúcar.»
Aletheia dice con acento catalán, » y ya al final, metemos el Roscón de Reyes al horno (precalentado a 180º) y dejamos cocer durante 20 a 30 minutos.»
Aletheia dice con acento catalán, «y listo, tendreis unos roscones muy ricos.»
Astrid la mira, sorprendida.
Astrid dice: «ostras, nunca me habría imaginado que supieras cocinar.»
Aletheia sonríe.
Aletheia dice con acento catalán, «Verás, Astrid, hubo una época en que si no hubiese aprendido, quizá habría pasado hambre. Pero apartando eso, es que cocinar para mí es una diversión. me relaja y me gusta.»
Azucena dice: «Pues vaya diversión, eh? A mí me parece una esclavitud.»
Aletheia la mira y sonríe.
Aletheia dice con acento catalán, «bueno, os dejo en vuestro calabozo temporal.»
Aletheia les guiña un ojo.
Las mujeres se carcajean.
Aletheia dice con acento catalán, «Me voy a la guerra, a ver si alguien necesita manos adicionales.»
Monse la escucha.
Monse dice: «aquí la capitana Monserrat, requiere una ayudante en la zona de retaguardia.»
Aletheia dice con acento catalán, «vale, en camino ayudante de retaguardia.»
Aletheia camina despacio y se sienta en un sillón.
Monse la ve un poco pálida.
Monse mira a Almudena, esta con rapidez va hacia Aletheia.
Almudena la revisa, la nota un poco quebrantada.
Almudena va hacia la cocina, coge un bote de zumo, le pone una pajita y vuelve al salón.
Almudena le da el zumo a Aletheia.
Almudena va hacia su bolso y coge una caja de paracetamol, saca un blister y presiona para obtener una pastilla; se la da.
Aletheia se toma la pastilla y el zumo.
Almudena murmura: «eso, buena chica. ahora descansa un poquito, luego nos ayudas.»
Monse asiente.
Una hora después…
Monse dice: «el turno de los pastorcillos.»
Aletheia se ve más recuperada, así que Monse le explica como tomar las medidas.
Aletheia presta atención.
Almudena dice: «A ver, niños, formaos aquí que ahora viene vuestro turno.»
Los niños que harán de pastorcillos se forman delante de Aletheia.
Aletheia les sonríe y coge la cinta de medir, va tomando las medidas y se las dicta a Monse.
Monse con otra cinta de medir va marcando las telas, luego hace los cortes y se los va pasando a Almudena para que vaya dando las puntadas.
Una vez con las medidas y las telas cortadas, las tres comienzan a coser mientras charlan animadamente sobre lo que esperan será el día siguiente.